((**Es14.708**)
a visitar la grandiosa Quinta Pallavicini en los
aledaños de Pegli, donde fue recibido por el
Marqués y su familia con mucha cordialidad
(ibidem, VII, pág. 643).
A
Excelencia:
Por tres veces hubiera yo debido enviarle la
nota que le adjunto; lo hago, aunque muy a mi
pesar, porque es entremeterse en asuntos ajenos.
Pero es la tercera vez que se me impone y
obedezco. Déle V. S. el valor que estime oportuno;
yo pido a Dios que pueda hacer en todo la santa
voluntad del Señor.
Parece que el cólera quiere poner el pie en
Génova; V. S. y su familia estén tranquilos, la
santísima Virgen los protegerá, confíen únicamente
en Ella.
Renuevo la manifestación de mi profunda
gratitud por la caridad que ha tenido con nuestros
pobres muchachos 1, y deseándole del cielo muchos
años de vida feliz, con el máximo aprecio, tengo
el alto honor de poderme profesar de V. E.
Turín, 24 de agosto de 1867 2.
Su seguro servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
Día de Pascua. -Visitación de María Santísima.
-Fiesta de la Asunción.
Diga a mi sirviente Ignacio que no tema morir
de muerte repentina; viva más tranquilo de día y
de noche.
Reciba, o mejor, aliméntese a menudo con el
Cuerpo Santísimo del Hijo de Dios, promueva lo más
posible el espíritu de paz en familia, de suerte
que, al dejar de vivir, no nazcan las semillas de
la discordia.
Disponga de las cosas temporales ahora, para
evitar angustias, si lo retardase para la hora de
la muerte, que se va acercando a grandes pasos.
Anime a todos sus dependientes a la práctica de
la religión.
((**It14.830**))
B
Excelencia:
La gracia de Nuestro Señor Jesucristo sea
siempre con nosotros. Amén.
Aquí estoy para hablar con V. E., como lo haría
con mi hermano. Lo que le escribí en agosto no es
amenazador ni inminente, sino afectuoso y
preventivo. Así las cosas, V. E. debe pensar en
tres cosas: en sí mismo, en los suyos y en sus
cosas.
En sí mismo. Dé una ojeada a los propósitos
hechos en confesión y no cumplidos; a los consejos
recibidos para evitar el mal y practicar el bien,
pero olvidados. También a la falta de dolor de los
pecados. Esto se puede remediar con la meditación
y el examen de conciencia por la noche o en otro
momento que le sea más cómodo.
1 El Marqués había dado aquel año a don Bosco
una limosna de mil liras como se ve en una carta
suya al Prior del Carmen (10 de septiembre de
1867).
2 La carta lleva el sello postal de Montemagno
(Alessandria).
(**Es14.708**))
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