((**Es14.620**)
desde el cielo; la justicia y la paz se han dado
el beso: Veritas de terra orta est, iustitia de
coelo prospexit, iustitia et pax osculatae sunt>>.
íDe esta forma se vengaba noblemente don Bosco
del insulto que le había lanzado un ministro del
reino de Italia, por añadidura piamontés! Y cuando
éste, que debería promover la instrucción pública,
obligaba, por el contrario, a cerrar las escuelas,
so pretexto de que no había observado plenamente
la ley, don Bosco hacía mucho más de lo que impone
la ley y abría en su colegio el museo que hemos
dicho, museo que con el tiempo se irá
enriqueciendo, especialmente con la aportación de
los misioneros salesianos, que continuarán las
nobles tradiciones de los misioneros católicos,
que, mientras arrostraron ((**It14.725**)) toda
suerte de sufrimientos y peligros por ganar almas
para Jesucristo, aumentaban, al mismo tiempo, el
patrimonio de la ciencia, proporcionando inmensos
beneficios a las artes, a la agricultura y al
saber.
25
Don José Bertello a Rho, Delegado
Provincial
(L'Unit… Cattolica, 27 de julio de
1879)
Ilustrísimo señor Director:
Heme aquí para hacer algunas observaciones
sobre el artículo del señor Delegado Provincial de
Enseñanza.
-Me parece que de mis anteriores cartas se
desprende claramente esto: 1.° que el centro de
don Bosco no entra en la categoría de los centros
privados, como pretende el señor Delegado y no
está sujeto a las leyes de los mismos; 2.° que,
aun cuando se le quisiese llamar centro privado,
las pruebas que aporta el señor Delegado no
demuestran en absoluto que ese centro careciese de
profesores aprobados, como refiere el decreto
ministerial, y que, por tanto, mereciera ser
cerrado.
Y ahora, respecto a las acusaciones que el
señor Delegado lanza contra la misma persona de
don Bosco. Dice en un lugar: El reverendo don
Bosco no se apresuró a obedecer al que, por deber,
le exigía la observancia de la ley. Y termina su
artículo afirmando que la Autoridad escolar
encontró en el reverendo Bosco una increíble
obstinación y una falta absoluta de respeto a la
ley y a quien debe hacerla cumplir.
Estas palabras, hechas imprimir a tenor de la
ley por un Delegado real en el periódico más
distinguido y difundido de Turín, si se dirigiesen
contra un vulgar maestrillo de los Alpes, harían
pensar, sin duda, en el más ruin, y el más villano
de cuantos profesan la ciencia en esta mísera
Italia. >>Pero qué será cuando se dicen de un
sacerdote, jefe de un numeroso Instituto, y cuando
este jefe se llama don Bosco? Creo que la mayoría
de los lectores de Unit… Cattolica habrán sufrido
un estremecimiento de indignación y habrán tirado
el periódico.
Pero hasta uno de ésos que se regocijan cuando
oyen algo malo contra los sacerdotes, máxime si se
trata de los mejores, en fin un <>
cualquiera, sólo al leer atentamente el diario, si
tuviera un adarme de sentido común, tenía que
decir que el Delegado desbarraba a lo loco. Y esto
es lo que yo me propongo demostrar brevemente. Las
palabras presentadas anteriormente son
consecuencias deducidas de los razonamientos
expuestos en el artículo del Delegado.
Veamos, pues, si se deducen legítimamente de
las premisas.
Dice el señor Rho: Hay que saber que, ya desde
el año 1876-77, se publicó y se
(**Es14.620**))
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