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EI cardenal Alimonda a don
Bosco
Muy apreciado don Juan:
Agradezco encarecidamente a V. S. R. los
parabienes que me envía por medio del ilustrísimo
monseñor Scotton.
Tengo verdadera necesidad de que V. S., con sus
fervientes oraciones a María Auxiliadora, me
obtenga que, en la nueva dignidad, que se me
confiere, no tenga que quejarse la Iglesia de J.
C. de mi actuación.
Ofrezca mi agradecimiento también a monseñor
Scotton y dígale que no puedo encontrarme en Roma
para la peregrinación de los predicadores
italianos.
Acepte, veneradísimo don Juan, el testimonio
seguro de mi sincero aprecio y créame.
Albenga, 15 de abril de 1879
Siempre suyo en J. C.
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CAYETANO, Obispo
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Avisos de don Bosco en la
confesión
Avisos dados por don Bosco en confesión el día
4 de junio 1879, tercer día de ejercicios
espirituales en Turín.-Acuérdate de cumplir tus
deberes de asistencia, estudio y clase. En cuanto
a lo del dinero, no sé cómo con una desobediencia
tal se pueda todavía ir a comulgar. Si encuentras
disgustos, acéptalos como penitencia de tus
pecados, y sopórtalos con paciencia por amor a
Jesucristo. Como penitencia, los gozos de la
Bienaventurada Virgen María.
12 de junio, fiesta del Corpus
Christi.-Encomiéndate a María para que te obtenga
de su Divino Hijo rezar siempre con la debida
atención. Por lo demás, acuérdate a menudo de
Jesús Sacramentado, cuya fiesta celebramos hoy
precisamente. Queda tranquilo. En penitencia, el
Pange Lingua.
21 de junio de 1879. Víspera de nuestra fiesta
de san Luis.-Renueva la acusación de todos los
pecados de la vida pasada y reza un acto de
contrición. En penitencia, un Pater, Ave y Gloria.
Reza también por mí.
17 de julio de 1879, último día de las cuarenta
horas.-Si doce días después de tu última
confesión, te encuentras todavía en condición de
poder comulgar, hazlo sin escrúpulos. Mientras
tanto, hoy pide a Jesús Sacramentado que te
conceda siempre buena salud, pero prométele que la
emplearás siempre para la mayor gloria de Dios,
haciendo en todo y por todo su santísima voluntad.
En penitencia, tres veces la Salve Regina. Vete en
paz.
9 de agosto de 1879.-Acuérdate de que estamos
en la novena de la Asunción de María Virgen al
cielo. Piensa, pues, en estos días en María y
ponte bajo su protección; considera que estás, no
sólo bajo la protección de una madre de
misericordia, sino que es poderosísima y
misericordiosísima Reina. María, en su Asunción al
cielo, fue coronada por su Divino Hijo como Reina
del cielo y de la tierra y enaltecida sobre todos
los Santos. Piensa, pues, cuán eficazmente puede
venir María en nuestra ayuda.
(**Es14.608**))
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