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Eminencia Reverendísima:
Creo que no desagradará a V. E., como protector
y amigo de nuestra humilde Congregación, una
relación sobre el estado de algunas de nuestras
casas, dignas de particular atención en América y
en Europa.
Nuestras misiones del Uruguay y de la Patagonia
marchan muy bien, lo que nos produce gran
satisfacción. Pero el Gobierno, que había
prometido importantes ayudas para fundar colonias,
construir iglesias, escuelas, hospicios y así
progresar entre los salvajes, ahora, con motivo de
las discordias civiles, no puede mantener las
promesas hechas y nos abandona a nosotros mismos
con grandes deudas a extinguir. Pero he dado ya
las disposiciones necesarias para que sean pagadas
las más apremiantes.
Más complicadas son las cosas en Buenos Aires,
capital de la República Argentina. Hubo que cerrar
escuelas, internados, centros de educación, lo
mismo de muchachos que de muchachas y dar suelta a
sus alumnos para poner a salvo el honor y la vida
de los mismos, de los religiosos y de las
religiosas. Desgraciadamente estos centros se
encontraban en los barrios donde tuvieron lugar
las hostilidades de los combatientes. El daño
material debe ser considerable, pero el hecho más
doloroso fue la muerte del sacerdote Francisco
Bodrato, Superior de nuestras misiones de América.
Rendido por las continuas fatigas, se vio obligado
a guardar cama al comienzo del movimiento
revolucionario. El dolor de no poder remediar las
crecientes necesidades agravó su enfermedad; los
disparos, los cañonazos, que retumbaban día y
noche por encima y alrededor de su habitación,
contribuyeron a extinguir una vida preciosa cuyo
último suspiro, el cuatro del corriente agosto,
nos anunció un telegrama. He enviado yo otro
telegrama al Arzobispo de aquella capital para que
provea interinamente en la persona de don Santiago
Costamagna, muy apreciado por su predicación y que
fue el primero en recorrer las Pampas hasta el
otro lado del Río Negro y comenzar las misiones de
la región patagónica. Tan pronto como reciba las
cartas que espero, comunicaré inmediatamente los
detalles a V. E. y se procederá al nombramiento
definitivo del nuevo Superior. Es más, ((**It14.671**)) con
este fin y otros motivos, uno de nuestros
sacerdotes está de viaje hacia Europa, para
hacernos una exacta exposición del estado de las
cosas.
Pasando ahora a las casas de Europa, tengo la
satisfacción de poderle comunicar que, hasta
ahora, nuestras casas de Francia no tuvieron
ningún síntoma de futuras molestias. En Marsella
se trabaja activamente para la casa de Noviciado y
el seminario de Patagonia. Confío que para fines
de octubre esté, en gran parte, acabada y
habitada. Ya hay ocho alumnos admitidos en el
antiguo edificio y han comenzado regularmente los
estudios clásicos. Otros muchos han pedido
ingresar.
La iglesia adjunta al colegio de Niza está a
punto de ser terminada y se abrirá al culto divino
en el próximo noviembre.
Con mayor energía progresan las obras de las
escuelas y la iglesia de Vallecrosia, junto a
Ventimiglia. Espero que para el próximo febrero se
podrán habitar los nuevos locales. Las escuelas y
la iglesia protestantes siguen desiertas, porque
los niños en edad escolar acuden exclusivamente a
nuestras escuelas y a nuestra iglesia. Aun cuando,
dicha sea la verdad, no son más que un pobre
almacén adaptado a este fin.
Con la misma actividad se trabaja en la iglesia
y colegio de San Juan Evangelista, junto al templo
y escuelas protestantes de Turín. El próximo
noviembre se trasladará el Oratorio y, en junio de
1881, podrá funcionar la iglesia.
>>Pero cómo se encuentra nuestra empresa en la
pequeña Ginebra, es decir, en La
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