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-Padre, tengo una cosa que decirle.
Don Bosco pidió que le abrieran paso, para que
pudiera adelantarse; se volvió atrás con toda
calma entró en la habitación, la recibió, se
sentó, díjole a ella que se sentara y, con voz
lenta y tranquila, le preguntó qué deseaba.
-Padre, le respondió, >>me dará el Señor la
salud necesaria para permanecer en la
Congregación?
Y él contestó:
-El Señor os dará salud y santidad.
Y como ella no tenía nada más que decirle, el
Beato se levantó, la saludó y tranquilamente se
dirigió a la estación. En 1919, escribía la
Hermana: <>.
Sor Ursulina Rinaldi no se resolvía a ingresar
en las Hijas de María Auxiliadora. Tenía en el pie
derecho un mal rebelde a toda cura. >>Cómo podría
llevar la vida ((**It14.655**)) de
actividad y movimiento que sostienen las Hermanas?
Aconsejáronle que consultara a don Bosco; y ella
fue una mañana a la iglesia de María Auxiliadora,
entró en la sacristía y vióle confesando a los
muchachos. Aguardó a que terminase, después se le
acercó y le expuso sus deseos y temores. El la
miró y le dijo que necesitaba más energía y una
voluntad más resuelta, que su mal era cosa de
nada, íque él buscaba buenas hermanas para
enviarlas lejos, muy lejos! Después le mandó
arrodillarse, rezó con ella el Avemaría y le dio
la bendición de María Auxiliadora. Por último,
mandóle presentarse a Madre Mazzarello y decirle
en su nombre que la aceptara entre las
postulantas. Fue admitida en noviembre de 1880 y,
desde aquella fecha, no tuvo ninguna molestia más
en el pie, no obstante las largas caminatas y
duros trabajos.
También a sor Jacinta Laureri le ocurrió,
siendo novicia, algo semejante por una enfermedad
en los ojos, que le dejó sin vista casi la víspera
de la profesión. Llegado don Bosco a Nizza en
junio de 1880, la Madre Mazzarello le dijo que
fuera a él para pedirle la bendición y rogarle que
la curara para poder hacer los votos. La novicia
obedeció. El Beato, como si no hubiese
comprendido, le preguntó con acento de sorpresa:
-íCómo! Cuando la Virgen os quiera en el
Paraíso, >>no querréis ir?
-íSí, Padre, respondió ella, quiero ir al
Paraíso, pero ahora temo
(**Es14.558**))
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