((**Es14.540**)
A esta carta oficial, destinada a ser
presentada a las autoridades gubernativas, adjuntó
otra íntima, que respiraba el paternal afecto que
siempre sentía hacia los Salesianos y las Hijas de
María Auxiliadora.
Mi querido Bodrato:
Te mando esta carta que puedes presentar al
Gobierno; es más, bueno será que saques copia de
ella, para entregar, si hace falta, el original
mismo a otros. Otra carta casi idéntica, escribí
al Arzobispo, con quien hablarás y a medida que
acordéis algo, me darás cuenta de ello enseguida.
La negociación ha sido muy larga, pero el Padre
Santo, que guía todos los pasos, se ocupó del
asunto y sigue ocupándose personalmente.
A las conferencias preparatorias hemos asistido
nuestro don Francisco Dalmazzo y yo, con monseñor
Jacobini, Secretario de la Congregación de Asuntos
Eclesiásticos Extraordinarios y el cardenal
Alimonda por parte de la de Propaganda Fide.
Si se puede obtener la fundación oficial de un
Vicariato, nuestras Misiones serán ayudadas por la
Obra de la Propagación de la Fe y, con el apoyo de
la misma, se establecerá un Seminario en Europa,
con el fin de preparar misioneros para las Pampas
y Patagonia.
He recibido varias veces noticias de los
Salesianos y de las Hijas de María Auxiliadora y
bendigo al Señor que tan visiblemente nos ha
ayudado.
Manifiesta a todos mi gran satisfacción. El
Padre Santo está entusiasmado con nuestras
misiones. Os envía una bendición especial. Habla a
menudo de vosotros y quiere ayudarnos también
materialmente.
Recomienda a nuestros queridos hermanos:
1.° Trabajar hasta donde lo permita la salud y
no más; pero que todos huyan del ocio.
2.° La observancia de nuestras reglas. íAy de
nosotros si las estudiamos y no las practicamos!
3.° Dime también si es posible que venga alguno
al capítulo general de septiembre. Lo deseo dentro
de los límites de lo posible. Tenemos pocas
noticias de don José Fagnano y sus compañeros.
((**It14.635**)) Nos
ocupamos en preparar compañeros que vayan a
ayudaros.
Que Dios te bendiga, mi siempre querido
Bodrato, y, contigo, a todos nuestros amados
Salesianos e Hijas de María Auxiliadora. Muchos
saludos para el doctor Carranza y monseñor
Espinosa. La gracia de N. S. J. C. esté siempre
con nosotros y considérame siempre en los sagrados
corazones de J. y de M.
Roma, 17 de abril de 1880
Afmo. amigo
JUAN BOSCO, Pbro.
Mientras estas gestiones seguían su curso, que
no podía ser corto, don Bosco veía acercarse el
tiempo de los ejercicios espirituales, en el que
necesitaba presentar a las sagradas ordenaciones
unos veinte Salesianos; pero veía también cómo
seguían siempre las dificultades ocasionadas
(**Es14.540**))
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