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((**Es14.539**)Río Negro, me movieron a aceptar de buen grado el ofrecimiento de las misiones destinadas a la civilización y ((**It14.633**)) evangelización de los habitantes de aquellas vastas e incultas regiones. A tal fin, como bien sabes, hemos empezado mandando al Doctor Fagnano con algunos compañeros, con el fin de preparar medios y locales para otros Salesianos, que pronto deberán partir para reforzar las filas de sus Hermanos en Patagonia. Mas, con el deseo de hacer cada día más estable la obra civilizadora en esos pueblos y, por lo tanto, acelerar entre los indios el conocimiento y la práctica de las artes y oficios y la agricultura, he venido a Roma para exponer al Padre Santo cómo el Gobierno argentino ayuda a los Salesianos para el pago de los viajes y para la vida en aquellas tierras salvajes. El Padre Santo experimentó una gran satisfacción porque así podíanse concebir fundadas esperanzas de dilatar el reino de Jesucristo por la tierra. Para que la piadosa empresa fuese seriamente estudiada nombró una comisión de eminentes personajes para examinar cuanto se ha hecho en el pasado y cuanto sea oportuno hacer para cooperar con el Gobierno a civilizar y evangelizar esos pueblos, que también son hijos del Padre celestial; llamados al seno de la Iglesia y de la religión católica, que es la religión del Estado argentino. Los encargados por S. S., después de haber estudiado seriamente la situación histórica, geográfica, civil y religiosa de las Pampas y de Patagonia, considerada la gran distancia que separa esas colonias de la Sede Arzobispal de Buenos Aires, teniendo en cuenta el número de habitantes, que ya pasan de los diez mil y están en camino de aumentar, convencidos de que un Vicariato Apostólico serviría de lazo moral y religioso entre los pueblos y al mismo tiempo formaría un centro alrededor del cual podrían unirse con seguridad los indios, que abrazaran la religión católica; contando con la generosidad del Gobierno argentino para una obra encaminada a civilizar una parte notable y muy necesitada de sus provincias; por todos estos motivos y consideraciones, llegaron a las siguientes conclusiones; 1.° Agradecer al Gobierno argentino la ayuda que presta a la religión, especialmente para difundirla entre los indios. 2.° Consolidar la situación civil y religiosa de las colonias del Río Negro, mediante la fundación de un Vicariato Apostólico, que llevaría el mismo nombre de la provincia de Patagonia y abarcaría las colonias ya constituidas y las que se establecerían en las tierras colindantes con los salvajes, de modo que el nuevo Vicariato se extendería desde el grado treinta y seis exclusive, hasta el cincuenta de latitud sur. 3.° Rogar al Gobierno que nos ayude con una cuota anual para poder fundar y asegurar la existencia de un Vicariato Apostólico tan distinto de los pueblos civilizados. 4.° Las intenciones que manifieste el Gobierno pueden dirigirse al Emmo. Card. Lorenzo Nina, Secretario de Estado de Su Santidad. Mas, para la buena marcha de las negociaciones y para que sean fielmente atendidos los buenos deseos del Gobierno, es conveniente que la respuesta se haga por escrito. ((**It14.634**)) Después de dar los informes y las explicaciones, que pida la autoridad civil, me enviarás una relación de todo como norma de lo que convenga hacer para el éxito de la pía empresa. Deseo también que esta carta sirva para agradecer al Gobierno de la República Argentina la protección, benevolencia y ayuda que, en diversas ocasiones, ha prestado a los religiosos salesianos y a las Hijas de María Auxiliadora. Roma, 15 de abril de 1880 Afmo. amigo. JUAN BOSCO, Pbro. (**Es14.539**))
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