((**Es14.50**)
traeremos las palabras con que don Bosco puso
término a la discusión:
<((**It14.49**)) al tipo
de educación que atendemos nosotros. Todos
aprecian nuestro espíritu y la clase de jóvenes a
la que dedicamos nuestros cuidados. Precisamente,
por este motivo, encontramos tanta simpatía en
todas partes y por esto, como espero, nunca se nos
molestará>>.
Con estas palabras, abarcaba toda la obra de
aquella región; no sólo la de Saint-Cyr, sino
también la de La Navarre.
La conferencia de la tarde no se prolongó tanto
como las otras veces. Primero se trató del viaje,
que iban a emprender don Juan Cagliero y don
Celestino Durando por Italia con el fin de visitar
las más importantes de las muchas casas, que
ofrecían a don Bosco. Este viaje se debería haber
efectuado ya meses antes, si las circunstancias no
hubiesen obligado a retrasarlo. Se fijó, pues, su
itinerario: ir hasta Nápoles; de allí zarpar para
Catania, visitar Randazzo y seguir hasta Palermo;
desde aquí volver por mar a Nápoles y pasar a
Bríndisi, cuyo Obispo esperaba con muchos deseos;
desde Bríndisi recorrer por ferrocarril el litoral
del Adriático hasta Venecia, y, después, volver a
Valdocco por Milán. Su misión principal era
terminar las gestiones en Randazzo, Bríndisi y
Cremona. En Randazo debían lograr que se aceptara
un contrato como el firmado en su día con el
ayuntamiento de Varazze; en los demás lugares,
donde pedían a los Salesianos, prometer atenderles
cuando se dispusiera del personal necesario.
Además, don Juan Cagliero tenía el encargo de
resolver allí mismo lo que fuese necesario para un
instituto femenino, que la duquesa de Cárcaci
quería confiar a las Hijas de María Auxiliadora en
Catania. El Beato terminó diciendo:
<>.(**Es14.50**))
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