Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es14.498**) al Banco Tiberino, cuyo director era el comendador Caranti, mencionado muchas veces en la correspondencia. La primera de estas cartas no necesita comentarios. Queridísimo Dalmazzo: Tan pronto como estuve de regreso de Casale, he repasado el consabido proyecto de la iglesia del Sagrado Corazón de Roma. He procurado que abarque nuestra propuesta con las observaciones hechas por orden de Su Eminencia, el señor Cardenal Vicario. Te concedo todos los poderes para modificar y aceptar en el sentido y en los límites que S. E. creyere más oportunos. Todos estamos animados a cumplir sus deseos con todos los esfuerzos posibles. Sólo le rogaría que nos ayudase para lograr que la iglesia sea muy espaciosa. Tal como aparece en el proyecto actual, sólo tendría cuatrocientos para el público, y nosotros necesitaríamos que tuviera, al menos, el doble. Porque la nueva parroquia, antes de estar terminada, ya tendrá más de seis mil almas. Y esto pediría novecientos metros para contener un tercio de la población. Por lo que toca al dinero, hay quien nos ofrece cien mil liras, al cinco y medio, incluidos los bienes muebles. Pero, si el Banco Tiberino quiere abrirnos una cuenta corriente, sería más conveniente, pues, si podemos vender, como es probable, los terrenos que tú sabes, hacemos fuego con nuestra leña. Habla de ello también con el amigo Sigismondi y, si podemos conseguir alguna ventaja mayor, la aceptaríamos muy agradecidos. Di a este nuestro verdaderamente querido papá que tenemos una empresa grande, pero que Dios está con nosotros y, por lo tanto, nada tenemos que temer. Ofrecerás mis humildes respetos al Cardenal Vicario, renovando el ofrecimiento de que los Salesianos serán siempre sus hijos obedientes y fieles, con plena facultad para esgrimir el látigo contra todos los que le dieran algo que hacer. Dios nos bendiga a todos y nos mantenga en su santa gracia. Saluda a mis hijos, Zucchini y Giaretto, y pide por mí, que seré siempre en J. C. Turín, 7 de julio de 1880 Afmo. amigo JUAN BOSCO, Pbro. ((**It14.584**)) Para excitar la caridad de las personas ricas, piadosas y rosas, don Bosco las ligaba cada vez más estrechamente a la Iglesia y al Papa con los vínculos de las condecoraciones y de los favores espirituales que, según los casos, se industriaba por obtenerles de la Santa Sede. Estas personas, después, sintiéndose así más próximas al Vicario de Jesucristo y particularmente queridas por El, gozaban en ser dignas de ello, haciendo todo lo posible por cooperar en obras, en las que creían encontrar el soberano beneplácito del Padre Santo. Precisamente la segunda carta comienza con la alusión a una doble súplica, de cuya aceptación él esperaba notables ventajas para la iglesia del Sagrado Corazón. Pedía la facultad del Oratorio privado para la viuda Prat, a (**Es14.498**))
<Anterior: 14. 497><Siguiente: 14. 499>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com