((**Es14.482**)((**It14.564**)) Le
espero con gran alegría y, al encomendarme a la
caridad de sus santas oraciones, tengo la
satisfacción de profesarme ahora y siempre.
Su afmo. amigo
JUAN BOSCO, Pbro.
P. D. Al salir de Rímini, arregle sus cosas de
modo que pueda estar ausente algún tiempo, si
hiciera falta.
Don Eugenio Bianchi, después de ser por cuatro
años el mejor ayudante de don Julio Barberis en el
cuidado y formación de los novicios, fue nombrado
por don Bosco director y maestro de novicios de
Foglizzo, adonde se había trasladado a los
novicios clérigos. Después de once años en este
cargo, su estado de salud obligó a los Superiores
a asignarle ocupaciones menos gravosas, hasta que
fijó su residencia en la escuela agrícola de
Béitgemal en Palestina, a la que dedicó diecinueve
años de intensos cuidados, primero como director,
y después como confesor. Murió el año 1931.
Salesiano de corazón antes de pertenecer a la
Congregación, se puso sin reservas en manos de don
Bosco y de su digno intérprete don Julio Barberis.
Su atlética figura tenía la amabilidad de un amigo
y de un padre santamente afectuoso. Fue uno de los
que, llegados ya adultos a la escuela de don
Bosco, demostraron con los hechos cuán grande era
el espíritu del Maestro, dentro de su sencillez,
para conducir a la santidad a quien dócilmente se
confiaba a él.
Esta otra carta es para el clérigo Luis
Cartier. En septiembre de 1880, hallábase Cartier
en San Juan de Moriana (Maurienne) en Saboya, su
patria. El obispo, monseñor Rosset, al enterarse
de que ya era clérigo minorista, se extrañó que no
le hubiera pedido las dimisorias para las
ordenaciones; pero él ignoraba que en todo se
había procedido según derecho. Después de las
explicaciones de don Bosco, ya no tuvo nada que
decir.
Queridísimo Cartier:
Queda en hora buena tranquilo sobre tus
ordenaciones y el Obispo que te ha ordenado.
Nuestra Congregación, definitivamente aprobada con
la facultad de presentar sus miembros a las
sagradas ordenaciones, no necesita ((**It14.565**)) las
dimisorias de los Obispos, a los que se
perteneciese por origen o por otro título
canónico. Que pases felices vacaciones, pero no
olvides que debes ser salesiano en todas partes,
es decir: sal en tus conversaciones y luz con tus
buenas obras. Saluda de mi parte a tus padres y a
tu señor párroco, y encomendándome a tus
oraciones, considérame en J. C.
Turín, 17 de septiembre de 1880
Afmo. amigo
JUAN BOSCO, Pbro.
(**Es14.482**))
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