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CAPITULO XXI
PRIMERA CONFERENCIA SALESIANA EN
SAN BENIGNO CANAVESE Y EN
BORGO SAN MARTINO
AUN en medio de tantos trabajos y molestias, don
Bosco encontraba no sólo el tiempo, sino lo que
todavía es más difícil, la serenidad para
presentarse a sus Cooperadores, hablarles de sus
obras y pedir su ayuda. Así, en el verano de 1880,
fue a San Benigno Canavese y a Borgo San Martino
para dar la primera conferencia a los Cooperadores
Salesianos de los dos lugares 1.
En San Benigno habló el 4 de junio. Este fue a
grandes rasgos el discurso del Beato. Celebró
encontrarse por vez primera con aquellos
Cooperadores, enumeró los favores espirituales que
podían disfrutar por el hecho de estar inscritos
en la pía Unión y mostró cómo el Cooperador, fiel
al reglamento, vive como un religioso en medio del
mundo; pues, en verdad, la Asociación podía
considerarse como una orden tercera antigua, pero
adaptada a las necesidades presentes. Hoy se grita
a los cuatro vientos: Trabajo, Instrucción,
Filantropía. Pues bien, gracias a los Cooperadores
y a las Cooperadoras, los Salesianos hacen
precisamente tres cosas: abren escuelas
profesionales en las ciudades y organizan escuelas
agrícolas en el campo para adiestrar a la juventud
en el trabajo; fundan colegios para niños y para
niñas, escuelas diurnas, nocturnas y festivas,
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oratorios dominicales para pulir las mentes
juveniles y enriquecerlas con útiles
conocimientos; abren internados para millares de
huérfanos y desamparados y llevan a los mismos
pueblos bárbaros los beneficios de la
civilización. Con sus oraciones, con su asistencia
moral, con su ayuda material, los Cooperadores son
otros tantos brazos, que colaboran con la cabeza y
con los demás miembros de la Congregación
Salesiana para producir este triple orden de
bienes. En otros tiempos, cuando la sociedad vivía
de fe, bastaba unirse en la práctica de piadosos
ejercicios; hoy día, por el contrario, además de
rezar, lo cual no debe faltar nunca, se necesita
actuar y trabajar intensamente; de lo contrario,
se va a la ruina.
1 Véase: Bollettino Salesiano de julio y agosto
de 1880.
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