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Colecciones de este género siguieron
publicándose año tras año en el mes de mayo en las
Lecturas Católicas y, a su vez, la Curia de Génova
siguió concediendo sin dificultad la aprobación,
como libros impresos en Sampierdarena; únicamente
se ponía todo cuidado para evitar expresiones que
pudiesen hacer pensar en milagros y no en simples
gracias.
Pertenece también a este año la antipática
molestia de una inspección. El 18 de agosto por la
mañana apareció de repente en la
tipografía un delegado de policía con un grupo de
guardias, que, después de ordenar a todos no
moverse de su puesto y colocarse algunos de
plantón, comenzaron una minuciosa pesquisa, sin
que se pudiera saber qué buscaban. Sólo cuando el
delegado se apoderó de las pruebas de imprenta del
Bollettino Salesiano, se comprendió cuál podía ser
el objeto del acto policíaco, aunque no se llegase
a comprender la causa. La revista figuraba siempre
como editada en Sampierdarena; pero, no raras
veces, las circunstancias obligaban a imprimirla
en el Oratorio. Era un recurso para evitar
continuos roces con la Curia de Turín, liberarse
de las dificultades de revisión y de frecuentes
retrasos en la salida de la revista. Cuando el
funcionario llamó a sus hombres, declarando que se
había cumplido su mandato, alguien le pidió
explicaciones:
-íCelos de rivales en el mismo oficio!,
contestó ((**It14.530**)) con
una sarcástica sonrisa. Pero, antes de marcharse,
se le hizo firmar una acta, en la que se hacía
constar que las dos tipografías, la de Turín y la
de Sampierdarena, formaban una sola.
Don Bosco no se encontraba en casa, porque
dirigía en Nizza Monferrato los ejercicios
espirituales de las señoras y después los de las
Hijas de María Auxiliadora. Informado de lo
sucedido, comunicó a don Miguel Rúa su pensamiento
sobre el particular.
Muy querido Rúa:
No logro comprender la finalidad de la
inspección de la Comisaría de Policía. Nosotros
siempre hemos considerado la imprenta de San
Pierdarena como una sucursal de la de Turín y
mandamos imprimir allí para emplear a nuestros
muchachos según la posibilidad y el trabajo. Las
dos imprentas están aprobadas por la autoridad
gubernativa. Si hay alguna formalidad que cumplir,
que lo digan y nos conformaremos a ella, pero que
nos digan cuál es.
Para que podamos hablar, podrías salir el
domingo, a las nueve de la mañana: Turín,
Bra-Nizza. Llegarías aquí hacia las dos y podrías
regresar a las seis y media, por Génova 1.
1 Don Miguel Rúa tenía que ir a Marsella para
los ejercicios espirituales de los Salesianos.
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