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o se extraviaron. De los que participaron en él
sobrevive uno sólo, don Angel María Rocca, a la
sazón director de la casa de La Spezia. De los
borrosos recuerdos que, a duras penas, guarda del
remoto acontecimiento, parece poderse deducir que
las cosas se hicieron un poco a la buena de Dios.
Los Capitulares se reunieron, como la vez
anterior, en Lanzo, en el mes de septiembre, pero
don Bosco, diversamente de la otra vez, no creyó
en modo alguno necesario anteponer una gran
preparación. Añádase a esto que muchos de los
nuevos directores y delegados, por ser muy
jóvenes, no estaban todavía capacitados para
aportar, según escribe don Angel Rocca, una
colaboración importante a las discusiones; los
mayores, además, observa el mismo, mostraban aire
de personas cansadas y necesitadas de reposo.
Tampoco se ve en los temas a tratar que hubiese
novedades aptas para suscitar especial interés o
que requisiesen serios estudios. La conclusión más
importante fue que, al final, de común acuerdo
todos los asuntos se confiaron al Capítulo
Superior para que éste continuara el trabajo y
redactase definitivamente las deliberaciones.
Nos quedan tres documentos de aquel Capítulo.
Está, ante todo, la carta de convocatoria, en la
que también se notifica que, cesando en su cargo
todos los miembros del Capítulo Superior, excepto
el Rector Mayor, se procedería a nuevas elecciones
1. Hay, además, una circular de don Bosco, en
latín, para los directores y demás superiores de
las casas, fechada en Turín el primer día de la
novena de María Inmaculada 2. Como se necesitaba
todavía bastante tiempo para poder concretar,
ordenar e imprimir las ((**It14.520**))
deliberaciones, don Bosco estimó oportuno llamar
la atención inmediatamente sobre ocho puntos, cuya
observancia recomendaba:
1.° Releer atentamente las deliberaciones del
primer Capítulo General, especialmente las
referentes a la moralidad y a la economía.
2.° Hacer que se cumpla con el coloquio mensual
y no se omita el ejercicio mensual de la buena
muerte.
3.° No ir a los baños, salvo por prescripción
médica.
4.° Obedecer de hecho a los Superiores, no
saliendo de ningún modo de la propia casa, sin el
debido permiso y sin razonable motivo;
1 El original es de don Miguel Rúa con la firma
de don Bosco, que de su mano añadió esta posdata:
<>. La circular
fue enviada a los Directores.
2 Ap. Doc. N.° 58.
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