((**Es14.409**)
En cuanto a mis asuntos particulares, le diré
que tuve una visita en mi habitación mientras
estaba en Nápoles y, convencidos ciertamente de
hacerme un buen servicio, me robaron algo de ropa
que había traído de Turín, descerrajaron bolsos y
maletas y se encontraron con seis mil liras, que
eran del óbolo de San Pedro destinado al Padre
Santo. Los confiscadores 1 al salir, no se puede
comprender bien el porqué, prendieron fuego a la
habitación de mi Secretario y así asustaron a los
vecinos y a los lejanos. Así marchan las cosas de
este pobre mundo.
Encargo a la Santísima Virgen Auxiliadora para
que vaya a su casa, le lleve abundantes
bendiciones y sea constante protectora y guarda de
la familia y de todos sus intereses, no del
dinero, que debe llevarlo para la construcción de
la iglesia del Patronato de San Pedro. Si ve usted
al ingeniero Levrot y a los hermanos Bonin,
ruégole los salude cordialmente de mi parte.
Pasado mañana salgo de Roma para estar en
Turín, Dios mediante, a finales de mes.
Me encomiendo a la caridad de sus santas
oraciones, asegurándole que seré siempre para
usted en N. S. J. C.
Roma, 18 de abril de 1880.
Su afmo. amigo
JUAN BOSCO, Pbro.
P. D. No he podido contestar a su carta, en la
que me recomendaba a un señor que tiene un
nietecito gravemente enfermo. He dado en seguida
orden para que se hiciesen oraciones especiales,
misas, bendiciones en la iglesia de María
Auxiliadora de Turín. Yo también le he recomendado
con mucho gusto cada mañana en la santa misa. No
sé si Dios habrá escuchado nuestras oraciones, o
si se ha cumplido de otra manera la santa
voluntad. Me interesaría saberlo, pues él prometía
hacer mucho por la iglesia de nuestro Patronato.
((**It14.477**)) He
aquí cómo cuenta el diario las últimas visitas y
la partida: <<19 de abril. Don Bosco fue a ver al
cardenal D'Avanzo, que le dijo quería hacerse
Salesiano. Por la tarde, fue a monseñor Jacobini
y, después, al cardenal Nina. Don Francisco
Dalmazzo y yo fuimos a comer en casa Vitelleschi.
>>20. Por la mañana, don Bosco va a visitar al
barón Tomás Celesia, calle de San Eustaquio;
después, al cardenal Mertel y Martinelli, a la
marquesa Cavalletti y a casa Vitelleschi; yo voy a
casa del señor Alejandro para saludar a la señora
bienhechora Matilde y a Adelaida. En el tren de
las seis y media salimos hacia Magliano; en la
estación el expendedor de billetes, nuestro
antiguo alumno, un tal Miglietta, saludó a don
Bosco en piamontés>>.
1 <> se llamaban los hombres del
Gobierno, usurpadores o ladrones de los bienes de
la iglesia; era un término usado entonces por los
escritores católicos. Máxime en Roma, el donaire
de don Bosco tiene mucha gracia.
(**Es14.409**))
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