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Superior y que ya se desarrolló de manera
prodigiosa. Que podáis trabajar constantemente
para gloria de Dios y bien de la Iglesia, que
estéis dispuestos a hacer cualquier sacrificio,
aun de la vida por esta Iglesia, y que podáis
promover siempre el bien y la gloria de Dios y la
salvación de las almas con valor y con fuerza, y
perseverar constantes en el servicio de Dios y en
la vocación a la que sois llamados.
<>.
((**It14.465**)) El
Beato redactó, por orden del Papa, dos breves
relaciones en favor de don Pedro Ceccarelli y don
Mario Migone, para presentar a la Secretaría de
Estado 1. Renovó también la instancia para que
fuera concedido un título prelaticio al párroco
Guiol, a quien envió con la mayor diligencia esta
larga carta, que contiene otras noticias acerca de
la audiencia.
Muy querido señor Cura párroco:
Acabo de salir, en este momento, de la
audiencia con el Padre Santo y tendría muchas
cosas que escribirle. Por ahora le digo que el
Padre Santo escuchó con mucha atención todo lo que
yo le exponía sobre la caridad, el celo de los
marselleses y de las comisiones instituidas para
remediar las necesidades de nuestros muchachos. El
Padre Santo quedó emocionado; envía a todos los
miembros de la comisión una bendición especial y
promete algo por escrito para dentro de poco
tiempo.
Si usted, señor Cura, hubiese estado presente y
oído las hermosas as que el Padre Santo dijo para
los Salesianos, para sus alumnos y, después con
mayor fuerza, para los Cooperadores y
Cooperadoras, habría tenido la mayor satisfacción;
pero cuando le hablé del Oratorio de San León, de
lo que se ha hecho y de lo que se espera hacer,
del celo y de la generosidad de los donantes, de
la bondad del Obispo, de la Sociedad Beaujour,
entonces el Padre Santo se conmovió conmigo
profundamente y, después de muchas palabras,
concluyó diciendo:
-Esta es la verdadera manera de ayudar a la
Iglesia y mejorar la sociedad civil, angustiada
por tantas calamidades.
Lo demás será publicado en el Boletín o se lo
escribiré en otra carta.
Animo, mi querido señor Cura: es verdad que nos
toca trabajar, es verdad que el demonio intenta
oponerse con sus engaños, pero no temamos: Dios
está con nosotros, su ayuda no nos faltará.
1 Apéndice, doc. núm. 53.
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