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las relaciones con el párroco de san José; pero se
destaca en la carta, por encima de todo lo demás,
un áureo consejo, que es uno de los secretos de su
sistema pedagógico.
Mi querido Bologna:
Procura enviarme el nombre preciso de aquel
señor de la Comisión Beaujour, que ofreció dos mil
liras el día del congreso, a cuya casa fuimos,
pero no le encontramos. También me vendrá bien me
digas el nombre de las Presidentas y de los
Presidentes de las Comisiones, que el señor Cura
párroco ha organizado en favor de nuestra Casa.
La señora Prat me escribe que, el primero del
próximo abril, te dará treinta mil liras para la
casa en construcción. Teniendo en cuenta los
apuros en que se encuentra don Miguel Rúa, >>no
podrías enviarle diez mil liras y así comenzar la
devolución de la cantidad que pidió prestada para
mandarla a Marsella el año pasado? Piénsalo. Desde
aquí sigo contestando las cartas de los
marselleses, que prometen mucho para Beaujour.
Dime también si siguen llevando dinero.
Todavía no he obtenido audiencia con el Padre
Santo. Después escribiré en seguida a quien
corresponda.
Procura, además, distribuir los cargos a cada
uno de los empleados de modo que no quede nada, ni
persona, ni muchacho, ni lugar, que no esté
confiado a alguno.
En estos momentos conviene hacer cualquier
sacrificio para mantenernos en buenas relaciones
con el señor Cura párroco y con el señor A.
Mendre, su Vicario.
Recuerdos para los dos y diles que,
inmediatamente después de la audiencia con el
Padre Santo, les escribiré.
Cuando me escribas, cuéntame algo de don Angel
Savio y de todos los demás hermanos, etcétera.
Dios os bendiga a todos y créeme en J. C.
Roma, 21 de marzo de 1880.
Afmo. amigo
JUAN BOSCO, Pbro.
P. D. A muchas cartas no he podido contestar
porque me falta el nombre o la dirección del
remitente.
El Jueves Santo anunció a don Miguel Rúa con
una cartita de pocas líneas la visita de un señor
francés, que había pasado ya por el Oratorio al ir
a Roma.
Queridísimo Rúa:
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Monsieur Ancel vuelve a pasar por el Oratorio. Es
un buen católico y está bien dispuesto en favor de
todo lo nuestro.
Procura que asista a las funciones religiosas,
especialmente a las del clero infantil.
Felices Pascuas y hasta volver a vernos en el
Señor.
Roma, 23 de marzo de 1880.
Afmo. amigo
JUAN BOSCO, Pbro.
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