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-Don Bosco, aquella mujer pide su bendición.
-Ya no tengo tiempo. Es tarde. Parte el tren.
-Esta ahí todo el día, insistió don Juan
Cagliero, volviéndose en seguida hacia ella y
llamandola imperiosamente en alta voz.
Abriéronle paso a duras penas y llegó hasta don
Bosco. El pequeño seguía siempre inmóvil. Don
Bosco alzó la mano derecha y lo bendijo. El efecto
inmediato fue que el niño comenzó a batir las
manecitas, sacudirse de pies a cabeza y
restregarse los ojos heridos por la luz repentina.
La escena se desarrolló rapidísima, sin que don
Bosco se detuviera, ni los demas dejaran de
forcejear para abrirle paso a través del gentío,
que se abalanzaba nerviosamente hacia él desde
todas partes; en medio de aquel alboroto pudo la
mujer escabullirse y salir a la calle loca de
contento; y los cincunstantes tampoco se fijaron
en ella; quiza sólo don Juan Cagliero se dio plena
cuenta de lo sucedido 1.
Hasta llegar al coche, la gente estrujaba a don
Bosco, éste para besarle la mano, ése para tocarle
siquiera la sotana, aquél para hacerle palpar
rosarios o ropas de enfermos.
<>No lo ves?
Me di cuenta de que, entre el gentío, que casi
lo llevaba en vilo, había dos mujeres exactamente
delante de él. Don Bosco, sin aguardar a ((**It14.431**)) que yo
hiciese por librarlo, utilizó su fuerza
extraordinaria para separarse de aquellas
personas. Cuando estuvo en el coche, le vieron la
sotana recortada en varios sitios, de suerte que
en el camino hubo que proporcionarle otra. Todo lo
que había tocado en su habitación nos era robado,
creo que incluso por los de la casa para contentar
a los Cooperadores, sin respetar ni las sábanas>>.
Habrían tenido que ir a Niza; pero aquella
noche pernoctaron en Aubagne, a menos de una hora
de coche de Marsella. Cuando él y don Juan
Cagliero se encontraron solos en el coche, don
Bosco humillado y confuso, rompió el silencio para
decir:
-íQué admirable es el Señor y qué grande su
misericordia! Para mover tanta gente y obrar sus
maravillas, ha querido servirse de un aldeano de I
Becchi 2.
1 En la Vida de don Bosco en dos tomos (Tomo
II, pág. 518) se sitúa este hecho en 1881. Pero en
1881 don J. Cagliero estuvo en España, desde
mediados de enero hasta después de Pascua; en
cambio don Bosco había salido de Marsella a
finales de febrero.
2 Summ. super virt. N. XVI, & 90, pág. 966.
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