((**Es14.353**)
general, que espero hará saludable impresión a
quien tuviese algo particular en la conciencia.
He recibido la carta de don Juan Bonetti sobre
la casa de Penango. Si lo juzgáis oportuno, yo no
me opongo. Puede comenzarse ofreciendo veinte mil
liras, manifestando que nosotros hemos vendido un
gran castillo señorial en Strambino, con ocho
jornadas de terreno, por veinticinco mil liras.
Hasta ahora he hecho las cosas muy de prisa
para volver sobre ellas a mi regreso.
Pararé todo el mes en Marsella para arreglar
asuntos y buscar dinero.
Pero necesito muchas oraciones y recomiendo a
nuestros queridos muchachos que hagan una santa
comunión por estas mis urgentes necesidades.
Don Juan Cagliero se embarcó aquí el domingo
pasado por la tarde, rumbo a Sevilla y ya escribió
desde Barcelona sobre su buen viaje. Otros te
darán otras noticias. Dios te conserve con buena
salud, querido Rúa, y conserve en su santa gracia
a todos los muchachos del Oratorio, sin excluir a
don Lago y a don Riccardi.
Consideradme siempre en J. C.
Marsella, 22 de enero de 1880.
Afmo. amigo
JUAN BOSCO, Pbro.
Lo que dice de un difunto y de otro que iba a
morir, necesita explicación. Antes de salir del
Oratorio, no habiendo ((**It14.410**)) tenido
tiempo de hablar sobre este asunto él mismo en
público, encargó a don José Lazzero que anunciara
a los muchachos que, durante su ausencia, dos de
ellos serían llamados a la eternidad. Uno, Luis
Della Torre, natural de Mezzana Bigli, aprendiz de
dieciocho años, había fallecido el 14 de enero;
<>, Antonio Borello, de Grugliasco, de
quince años, también aprendiz, murió el 9 de
marzo, haciéndose él mismo las preces de la
recomendación del alma, por haberse agravado de
repente la enfermedad.
Antes de fin del mes, envió una cartita a don
Julio Barberis, con palabras de aliento para él y
recomendaciones para los novicios.
Mi querido Barberis.
Omnes quidem currunt, sed non omnes accipiunt
bravium (son ciertamente muchos los que corren,
pero no todos alcanzan la victoria). Don Molini,
como ves, desea volver ad Lares. Procura tomar las
oportunas medidas lo mejor que puedas. Creo que la
sal ud de los novicios es buena. Diles que espero
grandes cosas de su bondad, de su aplicación y de
su salud.
La mies evangélica se presenta cada día más
abundante. íAnimo, pues, mis queridos novicios!
Dios os prepara gracias, trabajo y paraíso.
Dios os bendiga a todos y orad por mí, que
siempre seré para vosotros,
Marsella, 30 de enero de 1880.
Afmo. amigo en J. C.
JUAN BOSCO, Pbro.
(**Es14.353**))
<Anterior: 14. 352><Siguiente: 14. 354>