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suministra con asiduo cuidado a los muchachos la
educación del corazón. Los clérigos, que hacen el
papel de educadores, no son precisamente talentos
privilegiados, sino jóvenes todos ellos de maneras
insinuantes y de buena educación moral. Estos, en
continuo contacto con los jovencitos, son un
estímulo eficaz para el bien. El niño es un
imitador y los muchachos de los institutos de don
Bosco tienen óptimos modelos que imitar. Así se
explican los resultados que en ellos se
obtienen>>.
((**It14.361**)) En
septiembre presidió don Bosco dos tandas de
ejercicios espirituales en Lanzo. La primera, que
duró del día 3 al 10, tuvo doscientos cincuenta
ejercitantes, entre los que estaban los clérigos
novicios. Estos fueron a pie desde San Benigno
hasta CiriŠ y desde allí, en tren hasta Mathi.
Aquí visitaron la fábrica de papel y se juntaron
con los que venían de Turín y los acompañaron en
tren hasta la meta. Allí encontraron ya a don
Bosco, que estaba de salud <>,
dice la crónica 1.
En las <> del día 5, acabó don
Bosco con una cuestión que se arrastraba hacía
varios años. Repetidas veces, como ya se ha visto,
había manifestado el deseo de que se omitiesen los
votos trienales, pero nunca se había llegado a una
conclusión, porque algunos Superiores opinaban que
la profesión temporal ofrecía un buen medio para
conocer mejor a los sujetos. Aquella vez, en
cambio, don Bosco cortó el nudo y, en adelante, ya
no habló del asunto con nadie. Se expresó así:
<>-Hago los votos perpetuos, o tomo otro
camino.
>>Pero este año se hacen todavía los votos
trienales, porque el año pasado todavía no se
había dado este aviso; es más, los que han pedido
los votos perpetuos tienen plena libertad para
hacer los trienales; lo mismo que los que pidieron
los trienales, para hacer los perpetuos>>. El
Beato repitió el mismo aviso en las otras tandas
de aquel año. Se ve, sin embargo, que, en la
práctica, evitaba imponer pesos superiores
((**It14.362**)) a las
fuerzas lo mismo que apagar una mecha humeante; en
1 Sacado de la Croniquita de don Julio
Barberis, penúltimo cuaderno, que sólo tiene doce
páginas escritas y de diversos temas.
(**Es14.312**))
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