((**Es14.31**)de que
todos a porfía querrán consolarme con sus
oraciones, sus comuniones y su conducta ejemplar.
Los tres novicios que vinieron conmigo, están
repartidos así: Boyer en La Navarre, Taulaigo, que
escribe, y Turín están aquí, para santificar a los
habitantes de la casa Beaujour. Esta casa es como
un tallo que necesita muchos cuidados en su
principio, pero que se desarrollará y convertirá
en un árbol alto, cuyas ramas y sombra bienhechora
dejarán sentir sus benéficos efectos en otros
lejanos países. Así lo espero en el Señor. El
próximo sábado zarparán para Montevideo Foglino y
Quaranta. Están alegres y contentos y no desean
más que acudir velozmente en auxilio de sus
compañeros de Uruguay.
Don José Ronchail dará más noticias. Di a don
Luis Deppert que me santifique la sacristía y a
todos los que acuden a ella; a Palestrino, el
sacristán, que se haga bueno; a Julio Augusto 1
que esté alegre; ((**It14.26**)) a don
Miguel Rúa, que busque dinero; al señor conde
Cays, que cuide su salud, como si fuera la mía.
Bendígaos Dios a todos y os conceda la gracia
de vivir bien y bien morir. Conceda Dios esta
gracia especialmente a aquél, a quien no
encontraré ya a mi vuelta a Turín.
Y tú considérame siempre en J. C.
Marsella, 10 de enero de 1870
Tu afmo. amigo
JUAN BOSCO, Pbro.
<>, a quien don Bosco ya no iba a
encontrar, era uno de los dependientes de don
Julio Barberis, esto es el aspirante reverendo
Remondino, que murió el día primero de febrero.
No olvidó tampoco a las Hijas de María
Auxiliadora, para las que envió por medio del
Director de Mornese, don Juan Bautista Lemoyne,
una carta que, por desgracia, nos ha sido
imposible encontrar hasta ahora.
Mi querido Lemoyne:
Desde la diócesis de San Lázaro, escribo una
carta y acaso desde el lugar, donde santa María
Magdalena se recogía para orar y hacer penitencia,
escribo esta carta a las Hijas de María
Auxiliadora. La madre superiora, o mejor, tú
mismo, leed esta carta con las observaciones, que
creáis oportunas. Sería de mi agrado que se
pudiese enviar una copia a todas las otras casas
de las Hermanas.
Yo me encuentro aquí con muchos y graves
asuntos entre manos. Cuando te enteres, quedarás
aturdido y verás realizado el sueño de Lanzo 2.
El próximo miércoles iré a La Navarre, pasando
por Saint-Cyr, que es nuestro también. Para el fin
de la semana, Dios mediante, estaré en Niza. No sé
en qué punto se encuentran las ordenaciones de mi
amigo Musso, a quien saludarás de mi parte.
1 Julio es el barrendero mencionado otras
veces. Este nombre le sugiere añadirle de broma el
de Augusto (Véase Vol. XIII, pag. 38).
2 Véase Vol. XIII, pág. 457.(**Es14.31**))
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