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segundo, que la distancia impediría a don Bosco
poderles confesar como antes e infundir en ellos
el verdadero espíritu de la Congregación.
A la primera dificultad, se respondió que el
Señor lo mismo que se había dignado remediar
siempre las necesidades de la Congregación,
tampoco faltaría entonces, pues se trataba de una
obra, que únicamente tendía a su mayor gloria. En
cuanto a la otra dificultad, se hizo observar que
don Bosco también se ausentaba del Oratorio
durante varios meses del año; que incluso en el
Oratorio ya se le hacía difícil conocer a todos
los clérigos; que podría hacerles frecuentes
visitas, por ejemplo, en los ejercicios de la
buena muerte, e ir a verlos y así conocerlos y
dirigirlos
Quedó, pues, establecido que, el 17 de
septiembre, los clérigos novicios de entonces en
adelante, pasarían el año de prueba en San Benigno
y, por tanto, que fueran allá en seguida los
jóvenes que, en los ejercicios espirituales,
habían sido aceptados por los Superiores para
ingresar en la Congregación. El 20 de octubre se
hizo en la capilla interna la primera imposición
de sotanas por el mismo don Bosco que, al final,
pronunció palabras de aliento y consuelo que los
enardecieran a la virtud. De los cincuenta,
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recibieron en aquella ocasión el hábito sagrado,
dos merecen especial mención: Miguel Unia, el
heroico apóstol de los leprosos, y Felipe Rinaldi,
tercer sucesor del Beato don Bosco.
CREMONA
En el mencionado informe del año nuevo a los
Cooperadores, don Bosco enumeraba, después de la
de San Benigno, otras tres fundaciones, que
duraron poco, no por falta de previsión o de
preparación por su parte, sino por circunstancias
de fuerza mayor, que las desbarataron desde sus
comienzos.
La primera es la casa de Cremona. Los dos
visitadores Salesianos pasaron también por allí en
su viaje de vuelta, y encontraron las cosas
bastante bien encaminadas. En septiembre se
personó también el ecónomo don Antonio Sala, el
cual quedó satisfecho de los preparativos hechos
por la comisión encargada del asunto. Así pues, a
fines de aquel mes, salieron para Cremona tres
sacerdotes, dos clérigos y dos coadjutores. Fue
nombrado director don Esteban Chicco, que dejó su
puesto de Nizza Monferrato a don Juan Bautista
Lemoyne. Don Bosco
(**Es14.291**))
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