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CAPITULO XIII
CASAS ABIERTAS EN 1879
EN la carta a los Cooperadores de principio de año
del 1880, el beato don Bosco, enumeraba las nuevas
casas abiertas, durante el año anterior, y ponía
en primer lugar la escuela agrícola de Saint-Cyr;
en efecto, su verdadero comienzo fue el 10 de
junio de 1879, cuando se tomó posesión efectiva de
ella y las Hijas de María Auxiliadora se
encargaron de la dirección de las pobres
jovencitas dedicadas a las labores del campo. Nada
tenemos que añadir por ahora a lo ya dicho en este
volumen y en el anterior.
SAN
BENIGNO CANAVESE
Una casa, destinada a adquirir mucha
importancia en la Congregación, fue inaugurada en
el verano de 1879: la de San Benigno Canavese. Con
esta fundación, don Bosco devolvió el fervor de la
vida y de la piedad a una histórica morada, que
durante siglos había proporcionado tranquilo asilo
de oración, de estudio y de trabajo a una numerosa
familia de monjes benedictinos. Alrededor del
sagrado asilo, como sucedió en otros muchos
lugares, habíase formado poco a poco un gran
poblado que, por el nombre de la abadía, se llamó
San Benigno de Fruttuaria. Habíala fundado, el año
1001, el monje Guillermo de Volpiano, antiguo
benedictino en San Benigno de Dijon y fundador de
cuarenta monasterios, muy celebrado ((**It14.329**)) por su
santidad y doctrina en muchas partes de la Europa
cristiana. La influencia de esta abadía creció
tanto que, durante la Edad Media, su abad
gobernaba otras treinta, ejerciendo también
jurisdicción temporal no sólo en Italia, sino
hasta en Francia, Austria y Córcega; por lo que
papas, soberanos y señores feudales dotaron con
largueza la abadía con aldeas, castillos y bienes.
Hubo tiempo en el que dependían de ella hasta mil
doscientos monjes. Fue un verdadero centro de
virtud y de saber, que dio a la Iglesia dos papas,
Inocencio IV y Sixto IV, y donde cinco príncipes
de Saboya fueron abades. En sus comienzos,
favoreció
(**Es14.285**))
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