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reconocida, el Capítulo Superior no dio su voto
favorable, porque no vio la situación bastante
clara y totalmente exenta de desagradables
sorpresas para el porvenir 1. Esto causó una gran
pena al Obispo; pero era un prelado de gran virtud
y siguió queriendo a don Bosco y a sus sucesores,
y nunca dejó de alegrarse por haber abierto en su
diócesis, con el colegio de Randazzo, las puertas
de Sicilia a la Congregación.
CATANIA
Verdaderamente Catania se adelantó a Acireale
en un año para pedir a don Bosco que enviase a los
Salesianos; pero no mediaron verdaderas gestiones.
Había muchos cooperadores entré su clero. El
sacerdote Rosario Riccioli, rector del seminario,
dio entonces algún paso; es más, con motivo de ir
a Turín, los sacerdotes Contessa y Scavone, de
Agira, los autorizó para hablar de ello con don
Bosco. El Beato se limitó a aconsejarles que se
pusieran de acuerdo con el Arzobispo, monseñor
Dusmet. Al año siguiente, dio otro paso el
canónigo Cesáreo, que escribió al Siervo de Dios:
<((**It14.319**)) a la
pobre juventud>> 2.
Pero ahí quedó todo, en la ciudad destinada a
convertirse en el centro de la amplia y fecunda
actividad de los hijos de don Bosco en la isla del
sol. Para no omitir nada, añadiremos que monseñor
Guttadauro, obispo de Caltanissetta, acariciaba en
1877 para su sede la idea de un orfanato femenino
bajo la dirección de las Hijas de María
Auxiliadora; pero también esto no pasó de piadoso
deseo.
ROMA
Tampoco en 1879 había sonado la tan deseada
hora para una fundación en Roma. Se anunciaban,
como preparadas allí para mayo,
1 Véase: Apéndice, doc. 40.
2 Carta, Catania, 22 de mayo de 1878.
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