((**Es14.265**)((**It14.305**))
CAPITULO XII
CASAS QUE NO SE ABRIERON
Y CASAS QUE SE CERRARON EN 1879
LLEGARONLE a don Bosco muchas mas propuestas que
las que vamos a referir, para abrir nuevas casas;
pero, las vicisitudes que corrió el material de
archivo, ocasionaron pérdidas de documentos y,
ademas en muchos casos, no se entablaron
verdaderas negociaciones. Así, pues, a la luz de
los testimonios que nos han quedado, iremos
estudiando también en esta parte la actividad de
don Bosco durante el agitado año 1879. A las
casas, de cuya fundación se trató, pero que no se
realizó, seguirán otras, que las circunstancias
aconsejaron cerrar para emplear más útilmente el
personal en otra parte.
Adelantamos una observación de tipo general,
que será preciso tener presente para no errar al
juzgar la conducta del Beato. En las negociaciones
suspendidas pueden distinguirse, las más de las
veces, tres momentos. Primeramente, don Bosco ve
con buenos ojos las propuestas, con verdadera
intención de aceptar, si no surgen obstáculos
infranqueables; por lo cual, los que las ofrecen
abren el corazón a la esperanza. Vienen, después,
las negociaciones formales, llevadas por la otra
parte con entusiasmo y por parte de don Bosco sin
precipitación; pero, en el curso de éstas, asoman
dificultades, ocultas a sabiendas, o no
suficientemente advertidas por los interesados. Se
llega, por fin, al punto más delicado cuando hay
que escribir la dura palabra: íImposible!
((**It14.306**))
Ordinariamente las dificultades más serias son de
tal naturaleza que la conveniencia prohíbe decir
la verdad desnuda y, entonces, se alega la falta
de personal a causa de circunstancias imprevistas
o se aducen otras razones menos evidentes y, en
consecuencia, aparecen el embarazo y el apuro por
un lado y la desilusión, el consuelo y la amargura
por el otro. El arte de calmar los disgustos, que
de ello procedían, estaba en los buenos modos
empleados o inspirados por don Bosco.
(**Es14.265**))
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