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Asuntos Extraordinarios Eclesiásticos. Se
encomendó todo el asunto a la caridad y celo del
Emmo. Card. Nina, secretario de Estado, para que,
como protector de la Congregación, se dignara:
1. (Declarar) a cuál de las dos Sagradas
Congregaciones mencionadas deben dirigirse los
misioneros salesianos, que ahora se encuentran en
Uruguay y República Argentina, para sus peticiones
a la autoridad de la Santa Sede.
2. Aprobar estas misiones según la petición
hecha por el Consejo General de la Obra Pía de la
Propagación de la Fe residente en Lyón, para que
se puedan obtener los subsidios prometidos que, en
el actual estado de cosas,. resultan
indispensables.
3. En respuesta a la misma carta del Consejo
General de la Propagación de la Fe, puede notarse
que, para toda gestión de subsidios o negociación
correspondiente, todo vaya destinado al reverendo
Juan Bosco, Rector Mayor de la mencionada
Congregación en Turín. Allí está el seminario
principal de donde parten los misioneros y donde
también reciben la correspondencia de los países
que les están confiados al ejercicio de su sagrado
ministerio.
4. Sería también de gran ventaja una carta de
recomendación para la Obra de la Santa Infancia.
Podríase hacer presente que muchos ((**It14.279**))
jovencitos salvados de muerte segura fueron
traídos desde Arabia a la casa de Turín.
Instruidos aquí en la fe, bautizados, amaestrados
en las ciencias, algunos aprendieron un oficio y
otros se encaminaron por la carrera eclesiástica y
ahora son misioneros en su patria. Otros,
procedentes de la ciudad de Damasco, se dedican
ahora a sus estudios para volver después a su
tierra. Muchos más son los muchachos salvajes,
bautizados por los salesianos entre los indios y
otros recogidos en hospicios de Buenos Aires. En
este mismo día, 20 de abril de 1879, parten tres
misioneros salesianos, con el ministro de la
guerra de Buenos Aires, para llegar hasta los
indios Pamperos y salvar el mayor número posible
de niños del exterminio, al que parecen haber sido
condenados por el gobierno argentino. Por
desgracia, esos muchachos vagan de una a otra
parte, buscando quien salve su alma y su cuerpo,
pero no se pueden conseguir medios materiales y
morales para salvar a todos y, no obstante,
siempre habrá un número de niños salvajes ganados
para el Evangelio y la sociedad civil.
Turín, 20 de abril de 1879
JUAN BOSCO. Pbro.
Convenía a continuación mantener presente en el
pensamiento del Papa las Misiones Salesianas. Para
esto se acordó que el Inspector don Francisco
Bodrato enviara, en su nombre y en el de los
hermanos, al Vicario de Jesucristo sus devotos
saludos dos veces al año, a saber, en su día
onomástico. y a primeros de año. La primera carta
enviada desde Buenos Aires el 6 de julio llegó a
Roma para San Joaquín, cuya fiesta era entonces el
16 de agosto; en ella se comunicaba al Padre Santo
que los Salesianos avanzaban hacia la Patagonia,
la necesidad de establecer una residencia central
en la desembocadura del Río Negro y de una misión
predicada por alguno de ellos en Paraguay. La
segunda carta salió también de allí el 27 de
noviembre
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