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La pobre Bedarida fue obligada a asistir a esas
representaciones más de una vez, teniendo a su
lado a un sacerdote, que, con mirada severa, la
reprendía cada vez que ella emocionada, lloraba a
lágrima viva pensando en el dolor que
experimentaban sus parientes...>>
Se trataba, por el contrario, de un drama
conocidísimo en las casas de educación y preparado
por las Hermanas antes de que la señorita Anita se
fugase; tanto es así que ella sentía no haber
llegado una semana antes, pues le habría gustado
representar el papel de la hebrea. Huelga decir
que el corresponsal de Nizza levantaba la voz al
referir la declaración arrancada de la manera que
ya dijimos.
A la triste narración de Nizza añadió de su
cosecha el diario turinés una incitación a las
autoridades para que procedieran enérgicamente
contra don Bosco, de acuerdo con las leyes, agitó
el badajo de la campana política, intentando
despertar las pasiones, ((**It14.268**)) que se
desbordaron en 1852 con ocasión del joven Edgardo
Mortara 1. <>por qué, pues, se deja que
puedan tener todavía conventos y acechar de esta
manera contra la paz y la libertad de las
familias? >>Para asistir a escándalos como éstos y
dejarlos impunes, es. para lo que ha subido al
poder la izquierda? Italia ha tenido un Mortara
varón, pero el escándalo de entonces fue cometido
por esbirros pontificios, y ello se comprende.
>>Pero, ahora, nos resignaremos a tener una
Mortara hembra, bajo ministros liberales
italianos, bajo ministros de izquierda?>>.
El gobernador de Turín, aquel Minghelli Vaini,
que ya conocen
1 Véase LEMOYNE, M. B. Vol. VIII, pág. 521 y
siguientes.-PELCZAR, Pío IX y su Pontificado, Vol.
II, pág. 195 y sig., Turín, Berruti, 1910. Edgardo
Mortara vive todavía y es el padre Mortara, de los
canónigos regulares de Letrán. Abusaron a menudo
de su nombre los enemigos de la Iglesia,
camuflándose como paladines de la libertad de
conciencia. El 7 de julio de 1879, en la cámara
francesa, el diputado Madiez de Montjau lo recordó
en un discurso contra los católicos, que
reclamaban la libertad concedida a todos por la
ley. El padre Mortara le devolvió la pelota con
una carta publicada en el Univers y reproducida
por la Unit… Cattolica del 17 de julio. Decía
entre otras cosas: <>. Pero él no era un convertido.
Bautizado a los dos años de edad, in artículo
mortis, por la criada cristiana y recobrada la
salud, él pertenecía a la Iglesia, que tenía el
derecho y el deber de darle una instrucción
conforme al bautismo recibido. La alarma, que
entonces conmovió a Europa y América, partió
precisamente de la sinagoga de Alessandria de la
Paglia. Diarios judíos, masones, protestantes y
cismáticos, que se quedaron indiferentes cuando el
zar Nicolás arrancaba a miles de niños de las
madres católicas para educarlos en su cisma,
gritaron rabiosos contra Pío IX, contra la
intolerancia de la Iglesia de Roma y contra la
violación de los derechos de los padres. Guardamos
en el archivo una carta de 1880 a don Bosco, que
basta por sí sola para demostrar cuánto gozó por
haber sido bautizado y cuánto afecto sentía por el
Beato (Ap. Doc. núm. 37).
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