Memorias Biográficas de Don Bosco, Volumen 14 Página 228 ((**ES14.228**)

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((**Es14.228**) aquel fervor en las prácticas religiosas, aquella variedad y actividad de obras, aquella animación en los juegos, todo bajo la dirección de las Hermanas, comprendería al momento por qué el enemigo del bien se había enfurecido tanto contra él. También en Lu los politicastros miraban con malos ojos a las Hermanas. En el mes de febrero apareció en un diario de Turín 1 una nota del corresponsal, protestando furiosamente de que <> se tolerasen hasta tal punto <> y denunciaba al mundo entero semejante <>. Todo el mal procedía de que don Bosco, <>, había abierto allí una casa de Hermanas, desde la que él <>, aspiraba <>. Los <> podían de este modo ir libremente a predicar en ella <>, que era <>. No faltaba tampoco una alusión contra el arcipreste que, aun haciendo <>, frecuentaba después <> no sabemos qué <>. Por último, hacía una llamada a la población de Lu, para que se valiese del <> del voto en las elecciones para deshacerse de cierta gente, y a la autoridad gubernativa, sobre la que <>. Pero el pueblo y el gobierno fueron sordos a tanto grito, tan sordos que la fecunda labor de las Hijas de María Auxiliadora en Lu no ha sido nunca interrumpida hasta el presente. Una batalla mayor amenazó la tranquilidad de la casa madre el día primero de junio. Estaba la comunidad de fiesta porque las postulantas ((**It14.261**)) iban a recibir el hábito religioso, bendecido por don Juan Cagliero. Aquel domingo por la mañana, después de la misa solemne, a eso de las once y media, llamaban improvisamente al locutorio al Director don Esteban Chicco. Allí se encontró ante el subgobernador de Acqui, acompañado por el teniente alcalde de Nizza. El funcionario gubernativo le preguntó si era cierta la voz que se corría de que allí se iba a celebrar la toma de hábitos de unas doncellas. Oída la respuesta afirmativa, preguntó si las jóvenes hacían aquel acto libremente y si no había seducciones o presiones. Resulta fácil imaginar cómo el padre Chicco, entre asombrado y suspicaz, le dio seguridades sobre 1 La Nuova Turino, núm. 66 del 7 de marzo de 1879. (**Es14.228**))

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