((**Es14.213**) La
memoria adjunta a la carta era <> 1;tenía que servir para demostrar
cuáles eran las consecuencias de no tener los
privilegios. Para darse cuenta de todo lo
contenido en ella, hacía falta tiempo; por lo cual
Su Eminencia se reservó contestar sobre el asunto.
En cuanto a la renovación de los privilegios rogó
a don Bosco que le enviara el texto de la
primitiva concesión 2. El Beato envió copia de los
rescriptos al Cardenal que recomendó al Padre
Santo la petición de renovación, pero no lo
encontró dispuesto a aceptarla favorablemente. La
razón era ésta. Don Bosco había presentado su
petición a la Sagrada Congregación del Concilio;
mas, por razones de competencia, el asunto había
pasado a la Congregación de Obispos y Regulares, y
esta Congregación ya había informado al Papa en
sentido negativo. Por consiguiente, los buenos
oficios del Cardenal Protector llegaron demasidado
tarde y no obtuvieron efecto. Pero el ((**It14.243**))
Eminentísimo hacía esta advertencia:
<>.
Concluía diciendo:
<> 3.
Don Bosco no renunció a la gestión. Dejó que
pasara el verano con sus vacaciones e intentó
entonces otro camino para obtener los privilegios.
Como sabía por experiencia que el Prefecto de
Obispos y Regulares se mostraba más bien duro con
él, rogó al nuevo cardenal Cayetano Alimonda que
se industriase ante el cardenal Nina para que su
petición fuera examinada por la Congregación del
Concilio. Las cordialísimas respuestas del
Purpurado ligurino, debieron de, a falta de otra
cosa mejor, templar un tantico las amarguras, que
por aquellos días le atormentaban por un lado y
por otro, como hemos visto
1 Nota marginal del secretario don Joaquín
Berto en una copia de la carta al cardenal Nina.
Aquella <> había sido escrita por él
mismo, como solía hacerlo con todos los
documentos, que iban a ser presentados a las
autoridades eclesiásticas o civiles.
2 Carta, Roma 19 de junio de 1879.
3 Carta, Roma, 26 de junio de 1879.
(**Es14.213**))
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