((**Es14.212**)
para la Congregación de gozar de plena autonomía,
merced a la comunicación de los privilegios; por
cuyo motivo dirigió al Cardenal protector Nina una
súplica, para que, al menos le fueran renovados
algunos de los privilegios de que ya temporalmente
gozaba bajo Pío IX 1.
Eminencia Reverendísima:
Con el vivo deseo de que V. E. pueda formarse
idea exacta de las cosas, que se refieren a la
humilde Congregación Salesiana, expongo aquí
brevemente las graves molestias que ha debido
sufrir por parte del Ordinario de la casa Madre de
Turín.
Las oposiciones de este Ordinario estuvieron
siempre unidas a las de las autoridades civiles y
escolares. Por tanto, puede V. E. fácilmente
imaginar cuánto ha habido que trabajar y sufrir
para comenzar una Congregación, sostenerla y
consolidarla, privada completamente de apoyo
temporal y de bienes materiales. Pero nunca nos ha
faltado el consejo, la dirección y el apoyo del
Sumo Pontífice, que siempre nos trató con la
benevolencia de un padre amoroso.
Tal vez diga V. E.: >>por qué no reclamar ante
la Santa Sede? Lo hice alguna vez, pero la falta
de un Cardenal protector hizo infructuosas mis
reclamaciones.
Todas las cartas, de que se habla en esta
exposición, se conservan con sus copias originales
en el archivo de esta Congregación.
La gracia, actualmente sumamente necesaria, es
la comunicación de los privilegios que gozan los
Pasionistas, los Redentoristas y los mismo Oblatos
de María Virgen y, en general, las Congregaciones
Eclesiásticas aprobadas por la Iglesia. Pero esto
quizá encontraría graves dificultades; por lo
cual, séanme renovados, al menos, los tres
favores, de los que hemos ((**It14.242**))
disfrutado durante tres años; pues es grave la
molestia y no ligero el daño que sufrimos con la
tardanza en la renovación de los mismos.
Creo oportuno unir aquí también copia del
ruego, ya puesto en manos de Monseñor Jacobini a
fin de que, previo consentimiento de Vuestra
Eminencia, promoviera la concesión, por medio de
la Sagrada Congregación del Concilio.
Pedimos al Señor que conserve en buena salud a
V. E. para bien de la Santa Iglesia y para que nos
ayude a llevar la Pía Sociedad Salesiana a un
estado normal ante la Iglesia y, de este modo,
sostenernos contra los ataques de los que sin
tregua es blanco.
Pedimos todos con gran respeto su santa
bendición, mientras tengo el alto honor de besarle
la sagrada Púrpura y profesarme,
De V. E. Rvma.
Turín, 13 de junio de 1879
Su atto. y s. s.
JUAN BOSCO, Pbro
1 Son los privilegios concedidos por Pío IX el
21 de abril de 1876, (Véase: Ap. Doc. núm. 11-D) y
suprimidos con algunos otros, después de su muerte
(Véase: Vol. XIII, pág. 480 y siguientes).
(**Es14.212**))
<Anterior: 14. 211><Siguiente: 14. 213>