((**Es14.20**)
Al salir de Turín el 30 de diciembre, no dejó a
don Miguel Rúa gran cantidad de dinero, y sí una
circular para mandar el día primero de enero para
la rifa de unos cuadros 1; también la carta para
los cooperadores, próxima a salir en el Boletín de
enero, era una llamada a la beneficencia 2. En la
circular decía don Bosco:
Benemérito Señor:
Ruego humildemente a V. S. continúe su caridad
con nuestra pequeña lotería, de la que ya se habló
en nuestro Boletín. Por el reglamento adjunto verá
cuál es su fin. Se trata de vestir al desnudo,
albergar al peregrino, dar de comer al hambriento
y cooperar a la salvación de las almas.
Confiando, pues, en su caridad le remito
...boletos que espero se quede o distribuya entre
otras buenas personas, conocidas o allegadas. Pero
si, a primeros de marzo, tuviese todavía boletos
que no quisiera quedarse, puede con absoluta
libertad devolvérmelos. Y, si creyere poder
distribuir algunos más, tenga la bondad de
indicarlo y con agradecimiento le serán enviados
inmediatamente.
El Señor misericordioso, que promete un gran
premio por un vaso de agua fresca dado en su
honor, premiará copiosamente su benéfica obra;
((**It14.13**))
mientras le ofrezco las oraciones de los muchachos
socorridos y con profunda gratitud, tengo el honor
de profesarme,
De V.S.
1 de enero de 1879
Su atto. y s. s.
JUAN BOSCO, Pbro.
Lo acompañaba don Juan Cagliero. Se detuvieron
unos días en Sampierdarena 3, y llegaron a Alassio
el 3 de enero, donde hallaron al
1 Véase, vol. XIII, pág. 605.
2 Ibídem, pág. 520.
3 Hay una carta a monseñor Agustín Negrotto, de
la Congregación de Breves Pontificios, en Roma,
que lleva fecha del 3 de enero de 1879. Don Bosco
seguramente por distracción, hija de la costumbre,
escribió Turín en lugar de Sampierdarena. Aquel
día habían salido de Génova los tres últimos
misioneros y las diez Hijas de María Auxiliadora.
Carísimo y Rvmo. Monseñor:
He recibido su apreciada carta con la limosna
incluida para nuestros misioneros, que ya han
partido rumbo a América.
Me han comunicado la muerte de su señora madre,
que me ha producido gran pena: hemos ofrecido a
Dios nuestras oraciones particulares y
comunitarias en sufragio de su alma.
Tengo una gran alegría en mi espíritu por su
perseverante deseo de ingresar en la humilde
congregación salesiana. Espero estar en Roma a
mediados de febrero y ya hablaremos de ello.
Entre tanto, le agradezco de corazón su
continua caridad y me recomiendo a sus oraciones,
junto con nuestros misioneros. Con fraterno afecto
me profeso ahora y siempre en J. C.
Turín, 3 de enero de 1879
Afmo. amigo
JUAN BOSCO, Pbro.(**Es14.20**))
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