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las muchísimas desgracias ocurridas en muchas
partes del Reino, en aquella estación invernal 1.
El Presidente del Consejo de Estado había
nombrado la comisión especial para el examen del
asunto. Se componía de ocho consejeros, que se
reunieron el 26 de febrero de 1880. La conclusión
fue que, no resultando bastante clara la índole y
el carácter de las escuelas en cuestión, se
suspendiese el informe de la comisión para cuando
fueran comunicadas las aclaraciones, que se iban a
pedir. Don Bosco, habiendo recibido de ello
informes confidenciales, dirigió al Ministerio la
memoria siguiente:
Con fecha 13 de noviembre de 1879, presenté a
V. E. una instancia para que fuera anulado el
decreto de cierre de las escuelas anejas al
Oratorio de San Francisco de Sales, donde habitan
y reciben educación cristiana muchos pobres
jovencitos abandonados. No habiendo recibido
respuesta alguna a mi súplica, y no sabiendo si en
el Consejo de Estado o en el Ministerio se
traspapeló la solicitud, me dirijo a V. E. para
que tenga a bien comunicarme, si mi súplica fue
tomada en consideración y si han sido examinados
los documentos que la acompañaban y que
demostraban hasta la evidencia la índole y el
carácter benéfico del Instituto por mí fundado. Y
me interesa insistir, por cuanto en este momento
se me comunica, que corre por Turín la voz de que
el Delegado Real de Enseñanza de esta ciudad y
provincia acaba de escribir de nuevo al Ministerio
acerca de la cuestión en curso.
Quiero creer que andan muy equivocados los que
me insinuaron tal cosa; mas, por si tuviesen algún
fundamento las voces que corren en perjuicio de
este pobre instituto, me vería obligado a
demostrar con los hechos que tales afirmaciones
son completamente contrarias a la verdad. Se
quiere afirmar, si son ciertas las cosas
expuestas, que el Delegado Real quiso presentar a
V. E. nuestras escuelas como un verdadero colegio
privado, en el que los alumnos pagan una cuota
mensual y reciben la enseñanza según las diversas
clases ((**It14.203**)) a que
pertenecen.
Esto es un gran error, pues el Oratorio de San
Francisco de Sales está destinado a favorecer a
muchachos pobres, y ninguno de los internados en
él paga un céntimo por recibir esta enseñanza, ni
tampoco ningún profesor percibe el más pequeño
sueldo y, por consiguiente, gratuitamente reciben
las lecciones los muchachos y gratuitamente se las
dan los profesores. Bastaría en mi opinión esta
única observación para demostrar la naturaleza del
Instituto y para presentarlo como obra pía, con
arreglo a lo que ha determinado el Consejo de
Estado en diciembre del año pasado 1879. Diré, sin
embargo, que, como prueba de mi afirmación, podría
enumerar y citar varias admisiones gratuitas de
muchachos recomendados por varios de los ministros
anteriores, por la comisaría general de policía y
por el mismo Gobernador Minghelli Vaini, poco
antes del decreto de cierre de nuestras escuelas.
Hay alguno, es verdad, que mensual o anualmente
ofrece alguna pequeña cantidad y tal vez hay uno
por cada ciento que, si puede, paga veinticuatro
liras mensuales. Pero >>cómo puede ser suficiente
esta pequeña ayuda para la comida, la ropa y las
composturas que necesita cada uno? Esto no puede
ciertamente cambiar de índole de obra pía en favor
de los pobres muchachos, que viven con los medios
que la divina ncia nos
1 Carta del Gobernador Minghelli Vaini a don
Bosco, 7 de febrero de 1880.
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