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((**Es14.151**) cual el Beato, al día siguiente de la inauguración en Valsálice, escribió al Rey Humerto I, suplicando a Su Majestad tomara bajo su patrocinio a los muchachos del Oratorio. Augusta y Real Majestad: Un Instituto favorecido muchas veces y puede decirse que fundado por vuestros Mayores, generosamente socorrido por la caridad de V. M., se encomienda hoy, con las más humildes encarecidas palabras, a Su clemencia soberana. Hablo del Oratorio de San Francisco de Sales, cuya finalidad es la de recoger a los más pobres y abandonados hijos del pueblo Un decreto ministerial, ((**It14.169**)) comunicado el día 23 del pasado junio, ordenaba el cierre de las escuelas, que llevan treinta y cinco años funcionando en el mismo lugar. Esto me obligaría a dejar en el más triste abandono a unos trescientos jovencitos, que, con unos pocos años más de educación, podrían ser restituidos a la sociedad capacitados para ganarse honradamente el pan. Mi corazón se resiste a hacerlo; sólo Vuestra Majestad puede prestarnos ayuda y salvar de la ruina a estos pobrecitos. Le suplico, por tanto, haga leer las adjuntas aclaraciones, en las que expongo fielmente el estado de la cuestión. Yo no quiero reprochar, ni siquiera desaprobar la autoridad, sólo pido que V. M., si no le parece bien anular el mencionado decreto, interceda al menos para suspender sus efectos, hasta que de alguna manera se tomen las oportunas medidas para asegurar el porvenir de estos pobres muchachos. Todos ellos tienden sus temblorosas manos al paterno corazón de V. M. invocando vuestra clemencia soberana. Todos a una pedimos a Dios se digne conservar a V. S. R. M. Turín, 6 de julio de 1879 Su humilde súbdito JUAN BOSCO, Pbro. Como el tiempo apremiaba, el día 8 telegrafió al conde Visone, jefe de la Casa Real: <>. El mismo día envió el Conde desde Roma este telegrama al caballero Crodara Visconti, Director de la Casa Real de Turín: <>. Y don Bosco contestó inmediatamente con un telegrama al conde Visone: <>. Por ese conjunto de circunstancias, pareció prorrogada la dispersión de los alumnos estudiantes hasta tiempo indefinido, que, sin embargo, no tenían clase, sino que iban de paseo al campo a lugares (**Es14.151**))
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