((**Es14.123**)para el
oratorio de san León de Marsella. Y estas piadosas
bienhechoras no itaban su atención a la casa
próxima, sino que la extendían incluso a la Casa
Madre.
Se tienen documentos conmovedores de esta
maternal bondad, que es necesario legar a la
posteridad. Se ha mencionado varias veces a la
señora Susana, como la llamaban los hermanos de
Varazze. Era natural de Celle y estaba casada y
domiciliada en Albissola, ícuánto no hizo por
aquella casa desde sus comienzos! Gozaba de tal
influencia en Génova ante las autoridades civiles
que, más de una vez, impidió actos hostiles ya
preparados contra su colegio predilecto. Pues
bien, he aquí una carta suya a don Miguel Rúa, al
aproximarse la fiesta de María Auxiliadora.
((**It14.135**)) Muy
apreciado don Miguel Rúa, carísimo como nieto
predilecto:
Mañana por la mañana, con el primer tren que
sale de Capo d'Albissola para San Pier d'Arena,
tendré la gratísima satisfacción de enviar a V. S.
un cesto de fruta para el queridísimo, prodigioso
y benéfico señor don Bosco, su amoroso Papá; en el
fondo del cesto encontrará un envoltorio con
cuatro pañuelos, tres en tela de lino, que cuestan
diez liras cada uno) el otro con mi nombre
bordado. Yo no quiero usarlos) ni dejarlos. Don
Bosco los empleará bien. Son nuevos) nunca los he
usado. Espero encontrarán dulces los melocotones y
las naranjas, que ayer me enviaron de Finale; y
buenas las manzanas de invierno, que he logrado
conservar para estas sus grandes fiestas.
Tengan la caridad de acordarse de mí y pedir a
María Santísima que me obtenga una buena y santa
muerte.
Don Angel Riello, sacerdote de la Misión en el
noble Colegio de Savona, me ha escrito que no le
han enviado el Boletín de este mes de mayo. Yo le
he enviado el mío. Les recomiendo que no le
olviden; es uno de los mejores cooperadores de las
primeras expediciones de Misioneros. Me recogió
más de una cantidad, que di a don Bosco.
A él, a V. S., a don Juan Cagliero, a don
Celestino Durando, a don José Lazzero y a don
Marcos Pechenino, ofrezco mis más afectuosos
saludos y me profeso una vez más de V. S. muy
apreciada
22 de mayo de 1879
Su atta. y s. s. como
abuela
SUSANA PRATO, Viuda de
SAETTONE 1
El mal tiempo deslució mucho la anual
solemnidad; llovió a cántaros de la mañana a la
noche. A pesar de todo, la afluencia del pueblo a
la iglesia duró todo el día. Con permiso del
Ordinario, pontificó
1 Merece ser conocida tambien otra carta de la
misma, escrita a don Miguel Rúa en el mes anterior
(Apéndice, doc. núm. 18).
(**Es14.123**))
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