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evangélicos son llamados a trabajar y promover la
gloria de Dios. Cada uno puede elegir el que mas
le atraiga, el mas adaptado a sus fuerzas físicas
y morales, pidiendo consejo a persona piadosa,
docta y prudente. En este punto, yo tendría que
resolveros muchas dificultades, que se refieren al
mundo, que querría a su servicio a toda la
juventud, mientras que Dios la querría toda para
El. Pero procuraré contestar de palabra, o mejor,
explicar las dificultades, que a cada uno se le
pueden presentar al decidirse por alguna de estas
importantes decisiones.
Por lo demas la base de la vida feliz de un
jovencito es la frecuente comunión y leer todos
los sábados la oración a María Santísima sobre la
elección de estado, tal y como está en el Joven
Instruido. (El joven cristiano).
La gracia de N. S. J. C. esté siempre con todos
vosotros y os conceda el precioso don de la
perseverancia en el bien. Yo os encomendaré cada
día al Señor y vosotros rezad por mí, que os seré
siempre en J. C.
Turín, 17 de junio de 1879
Afmo. amigo
JUAN BOSCO, Pbro.
En aquellos primeros días de mayo, pudo don
Bosco ver una vez más cuán buenos frutos producía
su evangélica caridad con los hombres extraviados
por la política. El senador de Cágliari, Juan
Siotto-Pint_r, magistrado de gran valer, militaba
en las filas del más enconado liberalismo; ya en
1871 había publicado un libro saturado de
anticlericalismo heretical 1. Pero en 1879,
<> 2, asentó la
cabeza y volvió a presentarse a don Bosco para
pedirle por favor que le obtuviera una bendición
especial ((**It14.127**)) del
Padre Santo. Don Bosco escribió a Roma, y la
consiguió. Este acto de bondad por parte del Papa,
le indujo a revisar las opiniones, que antes había
sostenido, en libros de diversos argumentos sobre
la constitución de la Iglesia y sus
administradores y las desaprobó. Volvió de nuevo
al Oratorio el 4 de mayo, acompañado por el
profesor Allievo de la universidad de Turín, para
dar cordialmente las gracias al Beato y, después
de visitar detenidamente la casa, se despidió
lleno de satisfacción. Desde entonces en adelante,
es decir, hasta el 24 de enero de 1882, día de su
fallecimiento, dio pruebas de verdadero afecto al
Siervo de Dios, como veremos.
Cuatro acontecimientos señalaron la novena de
María Auxiliadora de aquel año: una peregrinación,
dos conferencias y, entre una y otra; una
abjuración.
Doscientos franceses llegaron a Turín para
clausurar su peregrinación
1 Fuori la Francia. Pensamientos de JUAN
SIOTTO-PINTOR, senador del Reino. Turín, 1871.
2 Carta al teólogo Margotti en Unit… Cattolica
de 6 de junio de 1879.
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