((**Es14.101**)en casa
de su gran amigo el abogado Comaschi. Aquel día, 5
de abril, habían vuelto a Valdocco, de su viaje
por Sicilia y por Italia, don Juan Cagliero y don
Celestino Durando.
Durante los cuatro días que estuvo en Milán,
visitó a varias personas enfermas, y les dio la
bendición de María Auxiliadora. ((**It14.109**)) El
joven Bonola, que había sido alumno del colegio de
Valsálice, se cayó del tranvía y se fracturó una
pierna, por lo que debió someterse a la
amputación. Se encontraba aquellos días en peligro
de muerte. Don Bosco lo bendijo, le dio una
medalla de la Virgen y al momento comenzó a
sentirse mejor; así se mantuvo hasta la tarde del
día siguiente, en que volvió a empeorar 1.
Fue a visitar al Párroco de la Inmaculada,
reverendo Usuelli, pero no lo encontró porque
estaba ausente; halló, en cambio, a la sirvienta,
que llevaba cuatro años imposibilitada, sin poder
moverse, si alguien no la sostenía. Bendecida e
invitada a ponerse en pie sin auxilio de nadie, la
mujer obedeció; y, al ordenarle que fuera a la
cocina, allá fue rebosante de alegría.
Volvió don Bosco al día siguiente y el
reverendo Usuelli le enseñó todo su colegio,
siempre con la esperanza de que asumiese su
dirección, comenzando por la sección de
aprendices. El Arzobispo, que fue cordialísimo con
el Siervo de Dios y prolongó la conversación con
él por espacio de dos horas, veía con buenos ojos
la ida de los Salesianos a su ciudad.
-Por lo menos, dijo, ítendré junto a mí buenos
amigos!
Pero él prefería que se pensara inmediatamente
en la sección de estudiantes. De la misma opinión
era también don Bosco; pero los
1 El joven murió antes de agosto, como se
deduce de esta carta del Beato a su madre, la
noble señora Sofía Bonola Mattei:
Estimadísima Señora:
Recuerdo todavía con gran pena el estado
desconsolador en que vi y dejé a su hijo, de
siempre grata memoria. He rezado por él, mientras
estuvo enfermo, y sigo rezando después de muerto,
y espero que a estas horas haya sido recibido a
gozar la paz eterna del Cielo.
No dejaré de hacer especiales oraciones por
usted, por su señor esposo y toda su familia. Haga
Dios que reciba usted de ella dulces consuelos en
la vida y que pueda verla un día toda feliz en el
paraiso.
Dios la bendiga y ruegue por mí, que seré
siempre en J. C.
Turín, 19 de agosto de 1879
Su atto. y s. s.
JUAN BOSCO, Pbro
P. D. Recibidas las 10 liras para la rifa y las
5 de limosna, por la misa celebrada.
(**Es14.101**))
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