((**Es13.93**)((**It13.99**)) Después
que el Beato don Bosco salió de Marsella, hubo
entre el cura párroco y el canónigo intercambios
de ideas que les llevaron a la propuesta formal de
confiar a los salesianos la obra de l'Etoile. En
efecto, en la primera mitad de mayo el Siervo de
Dios recibió cartas en este sentido. El había
visitado dicha obra, pero debió darse cuenta de
que no correspondía a sus intenciones, pues en
ella se recibían niños de siete años para tenerlos
allí hasta los catorce, mientras que él en sus
casas de artes y oficios los aceptaba después de
los doce años y no los despedía hasta acabar el
curso profesional. Debió también ver que él no
tendría allí libertad de acción, pues la obra
dependía de un consejo de administración ajeno. El
11 de mayo, en la relación que hizo del asunto al
Capítulo Superior, se expresó en estos términos:
-Cuando estuve en Marsella visité un orfanato.
El local era magnífico y los medios de
subsistencia abundantes. Los muchachos estaban
poco asistidos en casa; no tenían talleres en
ella, e iban a trabajar a la ciudad. El que entre
bueno en aquel orfanato, al poco tiempo se
pervierte. El director, que me parece bien
intencionado, me pidió consejo y yo le contesté
que era absolutamente necesario tener ante todo
talleres internos; y le hablé de cómo marchan aquí
las cosas en nuestro Oratorio. Ayer recibí una
carta en la que este director dice que está
dispuesto y desea que don Bosco con los suyos tome
la dirección de la casa, que pertenece a los
Hermanos del Sagrado Corazón 1.
1 En las actas de la sesión del Consejo, tenida
el 7 de marzo, se lee lo siguiente: <<... El señor
Presidente da cuenta de la conversación que ha
tenido, de acuerdo con los señores Vicepresidentes
y el Tesorero, con el abate Bosco, Fundador de
Patronatos en Turín, Niza y diversas ciudades de
Italia, en los que ha obtenido resultados
admirables. El padre Bosco ha adquirido la
certidumbre, tras una larga experiencia, de que no
se pueden obtener buenos resultados colocando a
los aprendices en talleres donde son casi siempre
corrompidos al contacto con los obreros. Por el
contrario, ha llegado a excelentes resultados
fundando él mismo talleres y en este caso sólo un
número muy pequeño no ha correspondido a sus
buenos cuidados. Cree, después de haber visto
nuestra casa, que se podría, sin mucho gasto,
fundar un establecimiento parecido; él se ofrece a
ayudarnos en todo lo que de él dependa, cuando se
juzgue oportuno establecer talleres en nuestro
local>>. Agradecemos a nuestro hermano don
Federico RiviŠre el habernos hecho esta
comunicación. Somos deudores al mismo también de
esta nota del diario inédito de la Oeuvre de la
Jeunesse: <<4 de marzo de 1877. Domingo Oculi
(tercero de cuaresma, cuyo introito empezaba por
esta palabra). El muy reverendo padre don Bosco,
este hombre extraordinario por la multiplicación
de vocaciones eclesiásticas que parecen abrirse
como las flores a su paso, acaba de visitar a
nuestro Padre. Tendría grandísimo deseo de tratar
con nosotros para establecer en la Obra sus
talleres y una casa de estudios eclesiásticos,
pero con la condición expresa de que le cedamos la
dirección, con detrimento de nuestra autonomía.
Imposible aceptar tal arreglo. No nos queda más
que la satisfacción de ver a este hombre poderoso
en obras, que, íen treinta y cuatro años ha dado a
la Iglesia seis mil sacerdotes!... La Providencia,
que ayuda a la fe de este hombre, se complace en
dotarle de todos los recursos para hacer frente a
los gastos de semejante empresa. No resulta fácil
explicar cómo han podido llegar al sacerdocio
tantos jóvenes(**Es13.93**))
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