((**Es13.91**)
no sólo en las cosas de religión, sino en
cualquier otra que simplemente le pluguiese
aconsejar.
2.° Que V. S. lo juzgue conveniente y que la
Obra de la juventud obrera me preste su apoyo
moral.
3.° Las casas viven de la Providencia y con
poco nos basta, pues nunca buscan rentas
económicas. Me basta un sitio donde poder reunir a
los más pobres en los días festivos y dar albergue
a los que estuviesen completamente abandonados. Se
ha observado que ninguna obra pía ya existente
choca con lo que hacen los salesianos.
Así las cosas, ruego a V. S. tenga la bondad de
hablar en mi nombre a S. E. el Arzobispo de
Marsella y recabar su parecer en general.
Y si V. S. tiene que hacerme alguna sugerencia
al respecto, me hará un gran favor si me lo
comunica.
((**It13.97**)) Cuando
en el próximo otoño vaya yo a la casa de Niza, me
será fácil llegar hasta Marsella, donde
personalmente podremos intercambiar impresiones
más positivas.
Si por acaso V. S. u otros viniesen por esta
nuestra tierra, les ofrezco de buen grado esta
casa para cualquier servicio que les resulte
oportuno.
La gracia de N. S. J. C. esté siempre con
nosotros y dígnese rogar por mí, que soy en el
Señor,
(falta la fecha)
Su atento y s. s.
(falta la firma)
El abogado Michel transmitió inmediatamente al
canónigo Timon-David la carta del Beato,
acompañándola con la traducción hecha por él al
francés 1. Cuando aquél la comunicó al abate
Guiol, empleaba estas edificantes expresiones:
<> (con tal de que se
anuncie a Cristo, me gozo en ello). Ese
<>, se refiere a él mismo y a sus
religiosos. Existía en Marsella una Oeuvre de la
Providence o también des enfants de l'Etoile, que
llevaban los Hermanos de las Escuelas Cristianas,
a los que se trataba entonces de substituir por
los Hermanos del Sagrado Corazón del Puy, fundados
por el canónigo Timon-David. Este, pues, estaba
dispuesto a dejar el sitio a los salesianos, si
don Bosco aceptaba.
Tampoco pudo el Beato don Bosco ir a Francia en
otoño de 1876. Fue en febrero de 1877, como
decíamos, avanzando hasta Marsella. Aquí
necesitaba por lo menos un <> donde
pudieran poner pie sus misioneros, cuando tenían
que pasar por allí para embarcarse;
1 Véase Apéndice, documento n.° 8.(**Es13.91**))
<Anterior: 13. 90><Siguiente: 13. 92>