Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es13.852**) pagó todos los gastos, la que les ha mantenido hasta el presente, la que lesha provisto de todo lo que tienen. Y, volviéndose a mí, añadió: -Suponga por un momento que yo hubiese callado; usted hacía mañana su contrato, transportaba a San Carlos todo lo nuestro y el público habría dicho: -La casa de Artes ya no es de la Sociedad de San Vicente, sino de los Salesianos, y, como resultado de un hecho público, nosotros no podríamos desmentirlo y haríamos una triste figura ante la gente. Y bien, continuó, ahora ya está hecho, y quiero que siga adelante, pero el contrato lo hará la Sociedad de San Vicente y lo pagará con dineros que tiene en el Banco. >>Quién no ve claro en esto que somos servidores de los <>? De todos modos yo he pensado hacer así: les diré que don Bosco desea que los documentos de adquisición de inmuebles figuren a nombre de un salesiano joven y de los más adictos a la Congregación, a fin de evitar los peligros de una incautación por parte del Gobierno y los gastos de traspaso. Por lo cual, si quieren hacer la escritura de adquisición a nombre de don Santiago Costamagna, bien; y si no, yo quiero esperar la respuesta de don Bosco. >>Qué le parece de esto? Escríbame a propósito. ((**It13.1006**)) Mientras tanto puedo asegurarle, querido Padre, que no son los <> quienes nos han mantenido hasta ahora, sino nuestros sudores y la divina Providencia. Ellos han pagado los utensilios y enseres de casa y de los talleres y nos han dado la madera para los muebles, que hicieron nuestros carpinteros, y la Congregación ha mantenido con comida, vestido y alojamiento a treinta muchachos enviados por el doctor Carranza, empleando para estos gastos el capital traído de Turín en objetos y todas las limosnas de las misas, funerales y estipendios que recibíamos. A los <> les cuesta la casa de Artes ciento cuarenta mil pesos y a los Salesianos, contando lo traído de Turín, nos cuesta más de ciento ochenta mil. Y ahora resulta; que, íson ellos los que nos han mantenido! Si al menos fuese verdad. Estas cosas, querido Padre, me duelen un poco, no tanto por mí, sino por la Congregación, por cuanto queda casi como esclava de los <>. Me explico. Yo ya he mandado hacer una casa de madera en la Boca, como le he escrito, que vendrá a costar casi cuarenta mil pesos. Sabiendo esto los <> sospecharon que yo había realizado aquellos gastos con los ahorros hechos en la casa de Artes, por lo que me vi obligado a darles a conocer todo cuanto sacamos de la parroquia, la cual paga por sí misma aquella casa sin molestar a la sociedad. Pero, mientras tanto, cada vez que iba en busca de dinero, se me hacía alguna pícara observación. Como ve, de seguir así, no podremos trabajar libremente. Día a día voy adquiriendo conocimientos y crédito, por lo que, si yo acepto alumnos para el colegio, pido y obtengo alguna subvención de los mismos que recomiendan a los muchachos, como suele hacerse en nuestras casas. Esta manera de hacer no gusta a los <>. Querrían ellos aceptar a los muchachos y las ofertas, y si los acepto yo, querrían que les diese cuenta de las ofertas que siempre hacen, a fin de figurar ellos en todo. Pero, hasta aquí, siempre he operado según la costumbre de nuestras casas. He aceptado los primeros muchachos que me mandó el doctor Carranza al principio y, después, a medida que había lugar para admitir a alguno, lo aceptaba sin decirles palabra, industriándome para hacer pagar algo sin que los <> lo supieran. Pero el doctor Carranza va siempre tras de mí, diciéndome que le avise cuando haya lugar para admisiones, porque él tiene muchas obligaciones. Ultimamente he sabido que un médico inglés ha recomendado a dos muchachos para la casa de Artes, (**Es13.852**))
<Anterior: 13. 851><Siguiente: 13. 853>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com