((**Es13.77**)
que volver allí para contentar a todos. Esta fue
la causa que retrasó mi llegada en un día.
Aquellos seminaristas piden todos a una hacerse
salesianos. El Rector del Seminario me presentó
tres peticiones: para él, para el director
espiritual y para el ecónomo, deseosos de hacerse
salesianos, y fueron recibidos como novicios 1.
Pero nosotros queremos ir despacio, con cautela y
prudencia, para no perjudicar a la diócesis y
evitar que la gente chille. Cuando se manifiesten
con más claridad las vocaciones, se verá si habrá
que aceptarlas. También en los pueblos próximos a
Roma hay mucho entusiasmo por los salesianos y
piden colegios nuestros. Si no nos faltase
personal y se aceptasen todas las peticiones,
antes de la fiesta de Todos los Santos tendría más
de veinte colegios nuevos.
Sin embargo, se aceptó el cuidado de los
conceptinos, orden fundada por Pío IX hace veinte
años y que ya no podría continuar sin la ayuda de
otros. Así lo quiso el Padre Santo y hemos hecho
este sacrificio. Las cosas ya están bien
encaminadas; todo está arreglado; el Director está
en buenas condiciones para gobernar; el mismo Papa
nos ofrece veinte mil liras.
El año pasado, si os recordáis, dijo don Bosco
que, pasado el año, sucedería algo extraordinario.
Se habrían puesto los principios de una obra, que
produciría un gran bien. Así lo dije en la
conferencia general. Alguien me pedía
explicaciones. Digamos algunas palabras sobre este
tema. Helas aquí. Son dos cosas. Una es la
((**It13.81**))
instalación en Roma de una casa nuestra. En un
principio había grandes dificultades. El Señor
dispuso los acontecimientos de manera
extraordinaria y, quitados los obstáculos, se hará
un gran bien. Quiso Pío IX que tomásemos las
escuelas de Ariccia, de Albano y de Magliano. >>Y
con qué gastos por nuestra parte? Sin ninguno.
Todo se nos proporcionó, comida y vivienda; sólo
quedó a nuestro cargo el equipo personal. Hemos
ido sin un centavo, y el Padre Santo y el
Ayuntamiento pagarán los gastos. Ya fue don José
Scappini a tomar la dirección de los conceptinos,
e irán otros salesianos para ayudarle. Hoy mismo
nos llega una petición de Roma para abrir otra
casa, y se puede decir que la Congregación está
establecida regularmente en Roma.
El Padre Santo concedió que uno de nuestros
sacerdotes, que tendrá estancia fija en Roma,
pueda tener audiencia directa con él una vez al
mes, favor jamás concedido hasta ahora a ningún
otro.
Se han comenzado también las gestiones para la
India y Australia; tengo que preparar el personal,
pero hay tiempo todavía.
La segunda de aquellas obras, que tenían que
empezar a germinar, es la Obra de los Cooperadores
Salesianos.
Acaba de comenzar y ya son muchos los
inscritos. Su fin no es sólo una recíproca ayuda
espiritual y moral, sino también material. Se verá
su gran desarrollo. No pasará mucho tiempo sin que
se vean poblaciones y ciudades enteras unidas en
el Señor por un vínculo espiritual con la
Congregación Salesiana. Con respecto a lo
material, se han dispuesto y se mantendrán las
cosas de manera que no habrá que depender de
ninguna otra autoridad fuera de la espiritual del
Sumo Pontífice. Pero de modo que no se llegue a
chocar con los obispos o con las autoridades
civiles. El alcalde de Magliano, caballero
riquísimo, el más rico de aquellos contornos,
liberal sincero, quiso también hacerse cooperador
salesiano, diciendo que ésta es una obra divina.
Lo que
1 El rector del Seminario era el canónigo
Francisco Rebaudi y director espiritual el
canónigo Antonio Pagani. Edificados por la
conducta de los presbíteros salesianos Daghero y
Giacomuzzi, habían pedido ingresar en la
Congregación.(**Es13.77**))
<Anterior: 13. 76><Siguiente: 13. 78>