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Todo se cumplió al pie de la letra. Garrone,
que volvió la víspera de los ejercicios, quería ir
a Lanzo, cuando le dijeron:
-Vete a asistir a Emilio Tavella, que está
gravemente enfermo.
Subió a la enfermería, en donde el enfermo
vivió un día y una noche.
En 1881 hizo Garrone su última confesión, al
fin del año escolástico, y oyó que don Bosco le
dijo:
-Durante un poco tiempo, Garrone, no nos
volveremos a ver. Tú irás al cuartel como soldado,
y te enviarán muy lejos de Turín; pero acuérdate
siempre de tu guía María Santísima Auxiliadora:
confía siempre en ella. María te consolará y te
salvará también en tu desgracia. Recuerda siempre
la promesa que hiciste a la Virgen en tu primera
confesión de aquí, en el Oratorio.
Garrone, más bien pequeño de estatura y
flacucho, rumiaba para sí:
-Esta vez se equivoca don Bosco. >>Cómo es
posible que yo sea útil para el servicio militar,
si no levanto un palmo del suelo y soy más delgado
que un dedo?
La inverosimilitud de la cuestión saltaba a la
vista de todos, tanto que el director, don José
Lazzero, habiéndole oído decir con afectada
seriedad que le admitirían, le dio un coscorrón
diciendo:
-íQuita allá! >>Qué va a hacer de ti el rey
Humberto?
El hecho es que al cabo de tres meses, después
del sorteo se presentó a la revisión, y, con
sorpresa universal, fue declarado útil.
((**It13.899**)) El día
de la Epifanía del año siguiente, a las cinco de
la tarde, salió hacia su cuartel, dejando a la
madre moribunda, que expiró al cabo de una hora.
Por esta causa, llegó tarde a la caja de
reclutamiento y le metieron en el calabozo, donde
pasó la noche. A la mañana siguiente, cuando se
supo el motivo de la tardanza, le pusieron en
libertad. Fue destinado al 14.° Regimiento de
Infantería, por lo que le tocó ir hasta Catanzaro.
Desde allí le enviaron a Cotrone, en donde el 20
de mayo, sin saber nunca el porqué, recibió la
orden de volver a Turín para prestar servicio en
la compañía de sanidad a los enfermos del Hospital
Militar.
Fue inmediatamente a visitar a don Bosco, el
cual le dijo en confesión:
-Sé caritativo con los enfermos y aprovecha el
tiempo. Estudia y aprende y, con lo que aprenderás
de soldado, podrás hacer mucho bien. Es tu
momento. Pero, atento, durante el poco tiempo que
estarás en Susa.
El no entendía las últimas palabras; pero unos
meses después hecho cabo ayudante, fue destinado a
la enfermería del 5.° Regimiento Alpino
(**Es13.763**))
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