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sacerdote, y oírse llamar por su nombre
inmediatamente después de su ingreso, con todo lo
demás que hemos narrado.
Terminada la confesión, se retiró a un rincón
de la sacristía, se arrodilló y con las manos a la
espalda, ((**It13.896**)) se
estaba allí sorprendido, contemplando a aquel
misterioso confesor que le había descubierto todos
sus secretos. Decía entre sí:
->>Quién es este sacerdote, que me conoce tan
bien? >>Será de mi pueblo? íPero yo no le he visto
nunca en Grana! Entonces >>cómo puede conocerme
así?
Pensaba en la confesión, pensaba en las
hermosas palabras oídas, y no sabía moverse de
aquel lugar entre maravillado y conmovido.
Al día siguiente estaba en el patio y vio que
todos los muchachos corrían hacia un sacerdote que
avanzaba. Acudió también él. Precisamente era el
de la confesión. Cuando estuvo junto a él, oyó que
decía a un muchacho:
-Quiero hacerte cocer.
Después volviéndose a él, añadió:
-También quiero hacer cocer aquí a Garrone.
-Pero >>cómo puede ser esto?, cavilaba para sí
Garrone. >>Quién es este cura que me llama por mi
nombre, que sabe todo lo mío y que quiere hacerme
cocer?
Y, sin más, le preguntó:
-Dígame, >>usted es de mi pueblo?
-Yo no, respondió el sacerdote. >>Tú me
conoces?
-No, yo no le he visto nunca.
Y dicho esto, preguntó al de al lado quién era
aquel cura.
-Es don Bosco, el director del Oratorio...
-Sí, soy don Bosco, replicó el sacerdote
sonriendo.
-Pero >>no es usted quien me mandó la carta de
admisión?
-Así hablaba yo, explicó don Evasio Garrone a
Lemoyne, porque era un joven de modales vulgares y
no sabía lo que me decía. A partir de aquel
momento, sin embargo, sentí una profunda
veneración por don Bosco.
No tardó en trabar conocimiento con algunos
jóvenes de la <>. Don
Joaquín Berto, de allí a poco, le incluyó también
en el número de los de la compañía. Un día le vio
don Bosco regando las flores y le dijo:
-íMuy bien! Déjame actuar a mí y yo te haré mi
jardinero.
-Don Bosco, pero yo quiero hacerme sacerdote,
le respondió.
-íEs verdad! íY también misionero!
Garrone, que no quería hacerse salesiano, se
calló por miedo ((**It13.897**)) a
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