((**Es13.757**) -íAy,
es verdad! No me he atrevido a decirlo nunca.
-Llega otro y, al terminar la enumeración de
sus culpas, dice: íy ya está!
-Pero tú tienes todavía algo más.
-No tengo nada más.
-Pues yo no puedo darte la absolución.
-Aquel tal a veces calla y se va; cambia de
confesor y sigue callando; finalmente vuelve a
arrodillarse a mis pies, estimulado por el
remordimiento y dice:
-Sí, don Bosco, soy un sacrílego en demasía;
nunca me he confesado bien; ahora quiero cambiar
de vida y se lo diré todo; doy gracias a la
misericordia de Dios que me salva. Y a veces son
muchachos avanzados en edad, o en estudios, y
alguno hasta próximo a recibir las órdenes
mayores. íEstas sí que son gracias del todo
extraordinarias! Así se puede ir adelante con
seguridad.
->>Y la gran extensión de la Congregación?
Puede decirse que todos están contra nosotros y
que nosotros hemos de luchar contra todos. El
mundo legal nos es adverso del todo; hay ciertas
órdenes religiosas, que viéndose en decadencia y a
nosotros en continuo progreso nos miran
medianamente. El viento sopla contra nuestra
navegación en las curias, en las familias, en la
sociedad. Si no fuese porque el mismo Dios lo
quiere, sería imposible hacer lo que se hace. Lo
que al presente nos hace admirar todavía más la
bondad de la divina Providencia, es no sólo que
vamos adelante, sino que tenemos ante los ojos un
horizonte clarísimo y sabemos a donde se va;
nuestro camino está trazado...
Durante aquel año se había temido por la salud
y por la vida de don Bosco; debió, por tanto,
resultar de suma satisfacción el oírle hablar de
modo que se pudiera calcular que él no se creía
tan próximo al fin de sus días. En efecto, añadió:
-Si yo tuviese que morir en este momento, no
dejaría ((**It13.892**)) los
asuntos de la Congregación bien definidos, sino
algo intrincados. Es verdad que estáis vosotros, y
se iría adelante como van otras congregaciones;
pero las cosas no están todavía en el punto al que
deben llegar. Aún hay que dar pasos, de los que
por el momento no se tiene la menor idea: sólo los
ve quien tiene los hilos en la mano desde hace
tanto tiempo. Además, quedan por realizar todavía
varios planes particulares. Yo, por ejemplo, tengo
mis proyectos respecto a los estudios: es preciso
que los insinúe poco a poco, pero hoy todavía no
se ve nada. Estaría el proyecto para escribir una
historia de la Iglesia con un plan totalmente
nuevo; para no olvidarme de ello ya lo he expuesto
sumariamente a don Juan Bonetti. Consiste ante
todo en poner en claro la
(**Es13.757**))
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