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cansa nunca, aunque nosotros llevamos sobre los
hombros una columna pesadísima: la razón es que
nos circunda totalmente, nos envuelve del todo,
por dentro y por fuera. >>Que luego se trabaja
mucho...? Sí, es cierto, íespecialmente este año!
Cuenta un poco, querido Barberis, cuántas casas se
han abierto.
Don Julio Barberis hizo el cálculo, no sólo
incluyendo las ((**It13.890**)) casas
de las Hermanas, sino señalando una a una las
obras con alguna libertad de criterios, y dijo:
-Son veinte las casas abiertas durante el curso
de este año, a saber, en Italia: La Spezia, Lucca,
Montefiascone, Quargnento, Lu, Chieri, Nizza
Monferrato, y Este; además, en Francia: Marsella
hospicio, Marsella casa matriz, la Navarre
hospicio, la Navarre escuelas, la Navarre
Hermanas; después en América: Colón Hermanas,
Montevideo hospicio, Montevideo Hermanas y Las
Piedras. Y en Buenos Aires, tenemos la iglesia de
San Carlos, el hospicio de San Carlos, las
Hermanas de la Boca, y la parroquia de Ramallo.
-íSe dice muy pronto!, continuó don Bosco. Pero
es todo un éxito; y eso sin contar las casas, con
las que andamos en tratos y que se abrirán
después. >>Y qué diremos de aquellas otras que
obligaron a sostener largos, complicados y
enojosos trámites, que casi hicieron perder la
cabeza, y después todo se lo llevó el viento? Es
la gracia del Señor la que triunfa. íQué grande es
esta gracia para quien entrevé el misterio y los
caminos! Efectos de ello son la bondad de los
muchachos y la extensión de la Congregación. Pero
éstos son los efectos externos. Mayores son
todavía los internos.
Al llegar aquí el Siervo de Dios, hablando en
confianza a don Julio Barberis, cuya inocente
simplicidad tanto le agradaba, habló de cosas más
íntimas.
-íAh, si don Bosco pudiese hablar! Nosotros,
por ejemplo, a cada paso que damos, estamos
seguros del éxito. Se dice a veces que don Bosco
pone a un muchacho a la cabeza de una casa y la
prudencia humana nos advierte que el instituto no
podrá progresar ni ser bien organizado por aquel
individuo como superior, cuya debilidad de
carácter es bien conocida. Se critica también a
don Bosco, pero él va adelante, con paso tranquilo
y seguro por su sendero, y hasta ahora aún no
hemos tenido que retroceder... >>Quién ve el
misterioso trabajo que se obra en las almas? Llega
uno a confesarse: dice todo lo suyo.
->>No tienes más?
-Nada más.
((**It13.891**)) ->>Y
esto, y aquello que hiciste en tal ocasión, con
tales medios?
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