((**Es13.73**)
Oyóse susurrar en la iglesia). Esta nos recuerda
nuestra antigua iglesia, la que ocupaba nuestro
actual comedor y cuyo bóveda era bajísima.
Como no hay sitio para las escuelas, una se da
en la sacristía y otra en la iglesia, separándolas
del presbiterio con una cortina. En ellas se da
clase a los niños durante el día y por la noche a
los hombres. Invitados a recibir los sacramentos,
corresponden. Los muchachos los reciben de buen
grado, tienen comodidad para confesarse y muchos
reciben la sagrada comunión. Este año fueron
admitidos cuarenta a recibirla por vez primera.
Las Hijas de María Auxiliadora obtienen también
buenos resultados con las muchachas.
>>Y cómo hacen para mantenerse? A menudo falta
el vino o la carne y se resignan a tomar un poco
de sopa, a veces ni siquiera bien condimentada,
pero se conforman sólo con esto. En ocasiones se
oye llamar a la puerta. ->>Quién va? Y entra una
buena persona que lleva un barrilito de vino,
diciendo que lo regala de todo corazón. De allí a
poco llega otro con un poco de fruta. Se va
adelante de este modo, con ayuda de la
Providencia, y hemos de dar gracias al Señor por
ello. Toda la población está muy agradecida y
quiere mucho a los salesianos, envía con gusto a
sus chicos a nuestras escuelas y, cuando faltó el
párroco, todos acudían a la única misa de nuestra
pobre iglesita, apiñados uno contra otro fuera de
la puerta. He dicho la única misa, aunque alguna
vez había dos, pues celebraba la segunda un
sacerdote que, en vista de la necesidad, era
enviado desde Alassio. Ahora parece que las cosas
están bien organizadas. Los chicos y las chicas ya
no van a las escuelas de los protestantes y no
quieren saber nada de ellos, excepto algunos
internos que siguen en su colegio y proceden de
otros pueblos. Esto es de una gran satisfacción
para nosotros y también para el Obispo, que no
cabe en sí de alegría por tener a los salesianos.
Los protestantes no tienen más que unos pocos en
sus escuelas, a pesar de que proporcionan a sus
alumnos cuadernos, Plumas, libros y todo lo que
necesitan.
((**It13.76**)) Durante
este año de 1876 se han enviado a Trinit… un
sacerdote, como director, dos clérigos para dar
clase y un seglar. Tienen oratorio festivo para
los muchachos y escuelas diurnas y nocturnas.
Muchos de los que iban a las escuelas del pueblo
quisieron ser inscritos en las del Oratorio, por
lo que hubo que organizar las clases superiores
elementales. Durante el día se imparten las clases
a los niños y al atardecer y primeras horas de la
noche a los adultos, que correspondieron a la
invitación de acercarse a los sacramentos, y son
la edificación del pueblo. Todos los alumnos son
externos, el oratorio es floreciente y las
escuelas marchan bien. Tendría que hablaros
todavía de los otros colegios de Italia central,
pero lo hará nuestro buen Superior.
La casa de las Hijas de María Auxiliadora en
Mornese se va desarrollando maravillosamente. Hace
dos o tres años sólo eran treinta, entre profesas,
novicias y postulantes. Hoy son de ciento sesenta
a ciento ochenta. Entonces tenían sólo la casa de
Mornese y este año están en siete u ocho lugares:
en Turín, Lu, Biella, Lanzo, Borgo San Martino,
Sestri Levante, Alassio, Bordighera, etc. Este
Instituto pudo superar las muchas dificultades que
ofrecían la ropería y la cocina de los colegios,
al tiempo que las hermanas hacen en todas partes
un gran bien a las chicas. En Mornese las reúnen y
las instruyen en la catequesis. El colegio para
las alumnas internas es bastante floreciente, pese
a la incomodidad del camino y la distancia de la
estación ferroviaria.
También están en manos de los salesianos las
escuelas del pueblo. Este año hubo alguna
oposición para ello; alguien buscaba dejar en mal
lugar al maestro salesiano; pero toda la población
se levantó en nuestra defensa y el párroco tuvo
que hacer abandonar sus pretensiones al
contrincante y enviar una carta a don Bosco,
pidiéndole(**Es13.73**))
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