((**Es13.723**)
Bosco, para que las publicase. Monseñor Rosi puso
dificultad para la publicación íntegra de las
mismas, proponiendo algunas supresiones parciales.
Don Gregorio Palmieri las entregó, además, a
monseñor Mermillod. Fueron en seguida publicadas
íntegramente por el señor Andrés Peraté de la
Escuela de Francia en Roma, juntamente con
((**It13.853**)) otras
cuatro cartas del Santo en francés, encontradas
también por don Gregorio Palmieri en casa del
conde monseñor Morandi de Piacenza 1. Su
transcripción, con las supresiones, está en la
Biblioteca de San Pablo, entre los manuscritos de
Palmieri.
Muy querido don Gregorio Palmieri:
A su debido tiempo he recibido sus cartas, con
verdadero placer. Se lo agradezco muy de corazón.
La tramitación de las cartas de san Francisco
de Sales fue así. Monseñor Rosi las leyó, y
encontró que no sólo no tenían importancia, sino
que el mismo Santo no habría tenido gusto en ello,
ya que son privadas y se refieren a asuntos
privados.
He escrito de nuevo que, vista la ansiedad con
que se leen los escritos de este gran Santo, yo
estaría dispuesto a imprimirlas, dispuesto, sin
embargo, a someterme a su prudencia. Aún no he
recibido respuesta a esa mía. La carta de monseñor
Rosi era de lo más cortés.
Espero que usted se encuentre bien de salud;
ruego, por tanto, a Dios se la conserve por muchos
años. Ruégole salude de mi parte al padre Abad, y
a esos padres y hermanos, que tuvieron tanta
caridad conmigo en el pasado invierno.
Le ruego, además, un favor: y es, decir al
padre Abad, a sus religiosos, a usted que pueden
aprovechar nuestras casas, cuando vengan por
nuestras tierras. Más aún, siempre que usted
quiera venir a pasar alguna semana aquí con
nosotros me proporcionaría una gran satisfacción,
y creo que su salud ganaría algo.
Mi secretario le saluda y yo ruego a Dios que
le haga feliz, mientras me encomiendo a la caridad
de sus santas oraciones y me profeso en J. C.
Turín, 2 de julio de 1878.
Afmo. amigo
JUAN BOSCO, Pbro.
íCon qué entusiasmo invita don Bosco a él y a
sus hermanos a que vayan al Oratorio! Eran
frecuentes las visitas de sacerdotes seculares y
religiosos. Los visitantes no encontraban allí
puede decirse ninguna comodidad, y, sin embargo,
((**It13.854**))
resulta encantador ver las impresiones que sacaban
de allí. Durante el verano de 1877 estuvieron unos
días en el Oratorio el párroco de la catedral de
Ventimiglia y otros dos
1 André Peraté: La mission de François de Sales
dans le Chablais. Documentos inéditos sacados de
los Archivos del Vaticano. Extracto de
<> de arqueología e historia de la
Escuela Francesa de Roma, tomo VI, Roma, Impr.
Cuggioni, 1886.
(**Es13.723**))
<Anterior: 13. 722><Siguiente: 13. 724>