((**Es13.706**)
1.° A SEÑORAS
1. A la señora Teresa, viuda de
Lyerre
Era la madre del exalumno Carlos, mencionado en
la carta. Este era taquígrafo en la cámara de
diputados y además corresponsal de periódicos de
mala catadura.
Muy apreciada Señora:
Nuestra vida está sembrada de cruces, pero Dios
piadoso no deja de enviar consuelos a sus siervos.
V. S. salió de Roma con pena y encontró un
santo Obispo que la aconseja, y un óptimo confesor
que la dirige.
Sea siempre bendito el Señor y salude de mi
parte a monseñor Galletti y al canónigo Fassini, a
quienes profeso un gran afecto.
Escriba a menudo a su hijo Carlos; recomiéndele
siempre la fugacidad de la vida y la religión de
sus padres, y el honor de la familia. Y esto con
la práctica de la religión. Yo no dejaré de hacer
todo lo que pueda, cada vez que le vea.
Que Dios le bendiga, junto con su hija
Serafina, y rueguen por mí, que siempre les seré
en Jesucristo
Roma, 2 de marzo de 1878.
Su
atto. y s. s.
JUAN BOSCO, Pbro.
2. A la condesa Sclopis
Es una cartita consoladora, escrita al dorso de
una estampita del Ecce homo, con flores del Huerto
de los Olivos. Se le había muerto su marido, el
conde Federico, el 8 de marzo y había muerto
confortado con todos los auxilios espirituales.
Siendo Ministro, había firmado las leyes de
expulsión de los Jesuitas y de las Damas del
Sagrado Corazón; pero después se arrepintió de
ello y en 1855, combatiendo en el Senado la
proposición del ministro ((**It13.834**))
Rattazzi contra las Corporaciones religiosas,
abjuró de su disposición anterior y confesó
valientemente que había cedido a las <>. Después del traslado de la capital
a Roma, dejó de asistir a las sesiones del Senado.
Durante los últimos años de su vida hizo pública
profesión de los deberes religiosos.
Era un insigne jurisconsulto, y escribió muchas
obras. Fue gran amigo de don Bosco.
A la nobilísima condesa Sclopis:
Vosotras, flores, recogidas en el Huerto de los
Olivos, que tocasteis la tumba de san
(**Es13.706**))
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