((**Es13.691**)
Roma durante el Concilio Vaticano, dejando varias
obras inéditas, entre las cuales había una
traducción de los Salmos, provista de notas
filológicas, históricas, hermenéuticas,
literarias, con la intención de preparar un manual
completo de estudio y de piedad. Los herederos del
Prelado difunto rogaron a don Luis Guanella que
revisara el manuscrito, y éste propuso a don Bosco
publicarlo en la imprenta del Oratorio. Don Bosco
lo examinó cuidadosamente; pero, en cuanto a
imprimirlo, hizo observar que por la frivolidad de
los tiempos, nada preparados para apreciar una
obra tan seria, la edición no tendría venta; por
lo que, muy a su pesar, no se sentía con ánimos
para publicar por su cuenta el libro, que en vano
esperó un editor.
Don Luis Guanella volvió por consiguiente a
Como, donde sufrió dolorosas vicisitudes, hasta
que el Obispo, en 1881 le colocó al frente de la
Pequeña Casa de la Divina Providencia, después de
la muerte de su fundador. La obra, que después
logró fundar, tras duros obstáculos, le ha
merecido, como es notorio, un puesto muy
distinguido en la historia de la Iglesia.
Cerraremos estos datos con las palabras que él
escribió en 1891 al primer sucesor de don Bosco:
<>.
>>Qué podemos, por tanto, decir nosotros: Nos
parece poder observar dos cosas. La Providencia
dispuso en sus arcanos que don Luis Guanella
cumpliese, en la escuela del Beato don Bosco, un
entrenamiento de vida religiosa y de caritativo
apostolado, que debía serle de mucha utilidad;
pero Dios no concedió a nuestro Beato luces
extraordinarias para adivinar la misión a la que
era llamado aquel su buen Servidor.
((**It13.816**)) Eran
siempre como la pupila de sus ojos para don Bosco
las tiernas plantas, que llevaban en su frágil
tallo las esperanzas de la Congregación; nos
referimos a
Los clérigos.
Los quería alegres, sanos, estudiosos y buenos.
Su simple presencia y su palabra valían más que
ninguna otra cosa para alegrarlos. A primeros de
mayo fue a visitar el colegio de Valsálice; pero
la tarde anterior había concertado con don Julio
Barberis una visita improvisada a los novicios.
Díjole a su Maestro:
(**Es13.691**))
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