((**Es13.675**)
memoria. Mi corta estancia ahí, en el Oratorio
salesiano, me proporcionó tanta alegría y tanta
edificación, que querría ver de nuevo y abrazar
cariñosamente a tantos venerandos sacerdotes y a
tantos queridos alumnos. Dígnese, Vuestra Señoría,
hacerlo por mí.
Tras incertidumbres desconsoladoras, por fin he
tenido ayer la gran satisfacción de ver volver a
mi secretario y a los salesianos; pero fue también
grande mi pena, al saber que habían sufrido una
horrenda tempestad, por la que, sin haber podido
poner el pie en la Patagonia, consideraron como
una gracia especial no haber perdido la vida entre
las olas.
Pero alabado sea Dios Nuestro Señor, que aún de
esto, sabrá sacar un gran bien.
También nuestros misioneros pueden decir como
san Pablo: Ter naufragium feci por el deseo de
salvar almas para el Señor.
Por lo demás, nosotros seguimos, sin embargo,
trabajando con esperanza.
Saludo cariñosamente en el Señor a V. S. y a
todos los de su casa y le deseo un feliz día 24 de
junio, cuando sus muchachos celebren con
entusiasmo su fiesta. Créame suyo,
Buenos Aires, 20 de mayo de 1878.
>>
FEDERICO
Arzobispo de Buenos Aires.
Don Santiago Costamagna, que necesitaba mucho
descanso y alivio, esperó veinticuatro horas más
para sentarse a la mesa y contar al Padre querido
todo lo sucedido. Escribió una larga carta, a la
que don Bosco respondió breve y paternalmente así:
Mi querido Costamagna:
Tu carta sobre la borrasca se ha leído en todas
partes del mundo. Bendigamos al Señor que nos ha
salvado. Es una experiencia terrible, pero es una
señal de que deberás triunfar. Tu nombre y el de
don Evasio Rabagliati se han convertido en dos
celebridades europeas y americanas, aunque con
peligro de haber sido una celebridad atlántica. El
tiempo dirá lo que hay que hacer, nosotros
seguimos rezando. Darás muchos y cariñosos saludos
a don Evasio, a quien escribiré con el próximo
correo, a los padres Daniele y Ghisalbertis, de
quienes ((**It13.797**)) espero
carta, a los clérigos Juan Botta, Pedro Botta, al
reverendo Cassinis, de quien espero noticias.
Si tienes ocasión de hablar con el Prior de la
Misericordia, y con otros hermanos, salúdalos a
todos cariñosamente ante el Señor, diles que todos
los días ruego por ellos y que me encomiendo a sus
oraciones y convoco a todos para el paraíso. íAy
de quien no acuda a la cita! Estuvo aquí tu
hermano acompañando a su hijo, que ciertamente
será salesiano. Todos están bien.
Adiós, querido hijo mío, valor, trabajo en la
tierra y gozo eterno en el cielo. Dios te bendiga
y créeme siempre en Jesucristo,
Turín, 12-8-1878.
Afmo. amigo
JUAN BOSCO, Pbro.
(**Es13.675**))
<Anterior: 13. 674><Siguiente: 13. 676>