((**Es13.665**)Santidad
, que se ha dignado asociarle con esta invitación
a sus paternales cuidados, me es grato repetirme
con los sentimientos del más distinguido aprecio.
De V. S. Ilma.
Roma, 28 de diciembre de 1878.
Afmo. y s. s.
L. Card. NINA
((**It13.784**)) El
Siervo de Dios, para quien todo deseo del Papa era
un mandato, respondió que ponía a disposición del
Pontífice diez salesianos y diez hijas de María
Auxiliadora; y escribió después a don Francisco
Bodrato para que le hiciera saber cuántos podía
destinar al Paraguay: los restantes irían desde
Turín. Don Francisco Bodrato, de acuerdo con su
capítulo y resignándose a un sacrificio gravísimo,
puso a disposición de don Bosco tres sacerdotes.
Monseñor Di Pietro quería inmediatamente de los
Salesianos un vicario general, un rector del
seminario y un párroco para Villa Rica, la
parroquia más importante de la República. Mientras
tanto, durante el tiempo pascual de 1879, llevóse
consigo a don Juan Allavena, para que atendiese
especialmente al ministerio de las confesiones; y
quedó tan satisfecho de su labor, que quería
nombrarle su vicario general. Pero, visto que las
cosas iban para largo, incapaz para aguantar
demoras, el Delegado pontificio se encomendó a los
Lazaristas, que aceptaron enseguida; así que, por
entonces, los Salesianos no atravesaron las
fronteras de la república paraguaya.
Demos ahora una mirada a la fecunda labor de
los hijos de don Bosco en Argentina y Uruguay.
Decíamos, poco ha, que la casa de artes y oficios,
abierta en abril de 1877 en la calle Tucuari de
Buenos Aires, era provisional. En efecto, la
verdadera escuela profesional se inauguró el
primero de septiembre de 1878 en un barrio de la
capital argentina denominado Almagro. Aquel día se
resolvió un gran problema. Una ciudad tan
populosa, aunque tenía abundantes y florecientes
colegios para los hijos de familias acomodadas, no
contaba con ninguno para educar honradamente a los
pobres hijos del pueblo, que hormigueaban por sus
infinitas calles y plazas. El Gobierno había
intentado fundar un grandioso establecimiento con
su dirección, maestros y jefes de arte y de
taller; pero no lograba encontrar personas
desinteresadas que se dedicaran con amor a tan
filantrópica institución: más aún, un inglés,
oficialmente encargado de impulsar la obra, se
había escapado después de ((**It13.785**))
dilapidar cuatrocientos mil pesos. Con esta
desilusión los gobernantes acabaron por echarlo
todo a rodar. Los Salesianos, en
(**Es13.665**))
<Anterior: 13. 664><Siguiente: 13. 666>