((**Es13.577**)también
la firme y segura esperanza que tiene de que los
buenos Salesianos querrán, por esto mismo, tener
motivo para proseguir siempre con mayor celo y
empeño en la santa empresa, y ayudar mucho con el
tiempo a la infeliz juventud de esa ciudad>> 1.
Don Bosco quería muy en serio el internado y la
iglesia; por eso, en octubre de 1878, por venta de
dos particulares y retrocesión por parte de la
Hacienda pública, adquirió dos terrenos
adyacentes, en la avenida Militar, con la
condición, escrita y aceptada en la escritura, de
que en aquella área se erigiese solícitamente un
templo con sus accesorios a <>, y que se uniese al templo <>.
Fue intermediario eficaz y generoso en esta
gestión el caballero José Bruschi, director de
Correos y muy amigo de don Bosco. Este gran
cooperador, que se hizo salesiano a los setenta
años y fue ordenado sacerdote en 1895, vio
cumplido el deseo de su corazón de que la Virgen
de las Nieves 2, tan venerada en La Spezia, fuese
trasladada a la nueva iglesia, a cuya consagración
asistió él mismo el 27 de abril de 1901. Como se
ve, se requirió tiempo; pero las dificultades
nacidas no impidieron que el plan concebido y
llevado a término por don Bosco, se realizase por
su primer sucesor. Los Salesianos que trabajan en
La Spezia son hoy unos treinta; pero ha
sobrevivido un recuerdo ((**It13.677**)) para
rememorar la humildad de los orígenes: todavía son
señalados con el nombre de <> (los
curitas), como el pueblo sencillo les bautizó en
un principio por su impresionante juventud.
Lucca
En diciembre de 1877 pasó don Juan Cagliero,
como decíamos, desde La Spezia a Lucca, adonde ya
estaba decidida la ida de los Salesianos. La obra
de Lucca atravesó por diversas fases; nosotros nos
restringiremos aquí a los orígenes. Fueron varias
las llamadas. El 1875,
1 Bolletino Salesiano, marzo de 1879, pág. 4-6.
2 Se veneraba, desde muy antiguo, en La Spezia
una imagen de Nuestra Señora de las Nieves,
expuesta al culto en una iglesia cerca del mar.
Demolióse ésta para las construcciones del nuevo
Arsenal y se colocó la imagen en una capilla,
llamada de santa María, dentro de la iglesia
abacial. El pueblo, sin embargo, hubiera querido
verla, no casi como en alquiler en casa ajena y en
el centro de la ciudad, sino como antes, en su
casa, y frente a más vastos horizontes. El deseo
de la población quedó cumplido, cuando la
religiosa pintura fue trasladada al santuario
nuevamente levantado por los Salesianos.
(**Es13.577**))
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